Miles de personas se han manifestado este domingo en las calles de varias ciudades de Cuba en contra del Gobierno de Miguel Díaz-Canel tras varias jornadas de apagones y retrasos en la distribución de alimentos básicos.
Los asistentes a las marchas han pedido "corriente y comida", "libertad", "patria y vida" y han denunciado pasar hambre. Tras las imágenes de las marchas, el Gobierno ha restringido las comunicaciones y ha cortado la señal de Internet de la isla, informa el portal de noticias cubano 14ymedio.
En Santiago de Cuba, segunda ciudad del país, salieron a la calle cientos de personas al grito de "'¡Corriente y comida!", para protestar por la escasez de alimentos y los prolongados apagones diarios en la isla, sumida en una profunda crisis desde hace tres años. Según testimonios personales obtenidos por EFE, la protesta fue absolutamente pacífica e iniciada por un grupo de mujeres con hijos con demandas materiales, aunque también se escucharon gritos de carácter político como "¡Libertad!" y "¡Patria y vida!", el lema de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.
La primera secretaria provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson, acudió al lugar para tratar de hablar con los manifestantes y fue recibida con escepticismo, aunque anunció la llegada inmediata de básicos a las bodegas (tiendas estatales de productos subvencionados). Se trata de una de las mayores manifestaciones antigubernamentales registradas en Cuba desde el 11J, junto con las de las ciudades orientales de Nuevitas, en 2022, y Caimanera, en 2023.
De igual forma, también se registraron movilizaciones en Palma Soriano y Bayamo. En los pasados días trascendieron otras protestas, aunque de menor escala, en varias localidades en el este del país.
Díaz-Canel ha reaccionado a través de sus redes sociales para señalar que "varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos", contexto que "se intenta aprovechar por los enemigos de la revolución, con fines desestabilizadores".
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Cuba ha "instado al Gobierno cubano a que respete los Derechos Humanos de los manifestantes y atienda las necesidades legítimas del pueblo cubano". "Somos conscientes de los informes de protestas pacíficas en Santiago, Bayamo, Granma y otros lugares de Cuba, con ciudadanos que protestan por la falta de alimentos y electricidad", ha indicado.
Ante esta declaración, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha criticado la "responsabilidad directa y cruel de Estados Unidos en la aguda situación económica que pesa sobre el bienestar del pueblo cubano".
"El Gobierno de EEUU, en especial su Embajada en Cuba, deben abstenerse de interferir en los asuntos internos del país y de incitar al desorden social. Buscan la asfixia con el bloqueo genocida y, sobre las carencias y dificultades cotidianas que nos imponen, articulan su otra guerra desde las plataformas que dominan y usufructan", ha remarcado.
Cuba llega más de tres años sumida en una grave crisis económica con escasez de básicos (alimentos, combustible y medicinas), inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social.
Los apagones se han agravado en los dos últimos meses por las averías de las obsoletas centrales de factura soviética y falta de combustible, con tasas de déficit de hasta el 45 % en los momentos de mayor demanda. Los cortes suman más de 10 horas al día en muchas provincias del país.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores endógenos en políticas económica y monetaria han agravado en los últimos tres años los problemas estructurales del sistema cubano.