En el voluminoso catálogo del fútbol siempre hay un apartado para los partidos contestarios, esos rebeldes que tratan de poner todo en su sitio. El Barça jugó uno así en el Metropolitano ante el Atlético, dibujando una goleada para responder a los críticos y reivindicándose también en
LaLiga, unos días después de plantarse en los cuartos de la
Champions League. Mucho tuvieron que ver
Lewandowski y Joao Félix. El polaco, enseñando su mejor versión. El portugués, mostrándose inspirado en su casa y en un club que no le quiere.
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