España enfila el camino para alcanzar a finales de la presente década el 2% de inversión del PIB en presupuesto militar tras el compromiso asumido con la OTAN. Un incremento que se traduce en mejoras de las capacidades armamentísticas y el consiguiente impulso al desarrollo de las futuras fragatas, submarinos, vehículos blindados o cazas de combate, entre otros. Con un escenario geopolítico incierto tras la invasión de Rusia sobre Ucrania y el aumento de las tensiones en Europa del Este, ¿hasta qué punto respaldan los ciudadanos españoles el incremento en estas partidas de defensa? ...