El ex presidente Carles Puigdemont, todavía en situación de huido de la Justicia española, le ganaría las elecciones catalanas a ERC, según el sondeo de NC Report realizado tras el anuncio del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de que disolvía el Parlament y convocaba a las urnas el 12 de mayo.
En estos comicios se juegan dos batallas en paralelo. Por un lado, el examen al presidente Pedro Sánchez, que necesita que el ex ministro Salvador Illa saque un resultado tan extraordinario que sea capaz de llegar a la Presidencia de la Generalitat: no le vale con ser la lista más votada, en empate en escaños con ERC, como ya le ocurrió en 2021, porque el impacto de la amnistía eleva el listón de la exigencia. El sondeo da al PSC la victoria, con 36-37 escaños, una subida de trescientos mil votos y tres o cuatro diputados más. Y seis escaños por encima del segundo partido, Junts. Pero la segunda batalla se libra dentro del independentismo, en quién gana, que sería Puigdemont, y en si están en condiciones de mantener la Generalitat con el apoyo de la CUP, como así ocurriría al sumar entre 62 y 64 diputados. La CUP conservaría siete escaños de los nueve que tiene en esta legislatura.
Por tanto, la notable subida de Illa, apuesta personal de Sánchez para dar sentido al lema que vincula la amnistía con una nueva etapa de reconciliación y de superación de la confrontación soberanista, puede no cuajar si estos son los resultados de las elecciones. Salvo que, en consonancia con la apuesta de la élite catalanista, fuera capaz de tejer un tripartito encabezado por él, con ERC de consorte, y metiendo en la misma ecuación a los de En Comú Podem (ECP). La fórmula mágica con la que sueñan en algunos estratos económicos para pasar por fin página del independentismo. En Comú, por cierto, perdería dos escaños, lo que augura que estas elecciones serán otro golpe para la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en un ciclo electoral en el que se anticipa que no tendrá posibilidades de felicitarse por el avance de sus siglas.
En el Parlament hay 135 diputados, por lo que el número de escaños que necesita cualquier fuerza para alcanzar la mayoría absoluta es de 68. En 2017, por ejemplo, Ciudadanos llegó a ganar las elecciones con 36 escaños, tres más de los que obtuvo Illa en 2021, y un 25,26% de los votos. Mas o menos lo que tendría hoy el ex ministro, según esta encuesta. Sin embargo, el voto afirmativo de Junts, ERC y la abstención de la CUP permitieron a Quim Torra proclamarse presidente.
De esos antecedentes, y con estos datos en la mesa, cabe deducir que la reconciliación y la amnistía pueden no ser suficiente bálsamo como para evitar que se repita una alianza del independentismo si siguen en condiciones de sumar la mayoría absoluta. Junts quedaría en segunda posición, con 32/33 escaños, hasta 224.117 votos más, lo que le abre la posibilidad de subir un diputado, Mientras que ERC se mueve en la escala de 30-31, lo que le lleva a perder entre dos y tres representantes en el Parlament. Estos datos confirmarían que Puigdemont está rentabilizando su estrategia de plantear un pulso de máximos al Gobierno de coalición, pero, sobre todo, la expectativa de su posible regreso a Cataluña como presidente de la Generalitat. El empeoramiento de las encuestas y el análisis de que no había ya margen político para mejorar la situación es lo que movió a ERC a convocar elecciones sin esperar a que la legislatura terminase a principios del 25.
Las relaciones personales y políticas entre ERC y Junts están rotas, hasta el nivel de que Puigdemont afronta este examen como una tercera oportunidad para cobrarse la revancha sobre
Oriol Junqueras y ERC. Puigdemont fue candidato en 2017, cuando jugó con el equívoco y trasladó la idea de que podría ser investido a distancia. Quedó segundo, detrás de Arrimadas, pero los republicanos no le permitieron la investidura a distancia, lo que no les ha perdonado. En 2021 volvió a formar parte de las listas de manera simbólica y quedó tercero. Ahora prepara su candidatura y dice que asistirá a la investidura porque ya estará en vigor la ley de amnistía.
En la derecha, es relevante el crecimiento del PP (la encuesta se ha hecho cuando todavía no se ha concretado en qué quedará el proyecto de colaboración entre PP y Ciudadanos). Sin haber tampoco confirmado todavía quién será su candidato -Alejandro Fernández no es todavía oficial-, el PP catalán pasaría de los tres escaños actuales a una horquilla de entre 12 y 13, con un crecimiento en votos de hasta 222.587. Mientras que Vox, que siempre se ha beneficiado de estos momentos de alta confrontación territorial, podría perder entre uno y dos escaños. La demoscopia lo interpreta como otro síntoma del proceso de reunificación del voto en el centro derecha frente al Gobierno de coalición.
En ese sentido, el PP es el partido con más fidelidad de voto, hasta el 88,6%, seguido de Junts, que la tiene en el 85,4% frente al 72,7% de ERC. La de los socialistas es del 78%.