El PSOE fía todo a que las elecciones vascas y, ahora, las catalanas, serán la ratificación del «cambio de ciclo» con el que impulsarse hasta las elecciones europeas. Y, de esta forma, el batacazo de las elecciones gallegas será tan solo un mal sueño en la sede del PSOE, según se conjuran.
La convocatoria anticipada de elecciones en Cataluña es vista como una oportunidad para los fontaneros socialistas. «Nos viene bien», se sinceran fuentes al más alto nivel en el PSOE, al analizar que en los territorios que van a marcar el foco político e informativo en abril (País Vasco) y mayo (Cataluña), la expectativa de voto les acompaña, en detrimento del PP. En ambos territorios esperan gobernar si la suma independentista fracasa en Cataluña y a revalidar el gobierno de coalición en País Vasco. Así, partido a partido buscan llegar a las elecciones europeas inyectados de «moral». Es decir, mantener la tensión electoral entre el electorado, al afín movilizado constantemente campaña y campaña y de los resultados en ambas comunidades, llegar con esa «moral» alta a las europeas. Con buenos resultados, creen, el votante de izquierdas acudirá a las urnas europeas, donde se baten con el PP.
El PSOE busca ahora centralizar todos sus esfuerzos en Cataluña y ven una oportunidad de oro en que tengan lugar las elecciones coincidiendo con la aprobación inmediata de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados. El escenario a explotar, que Pedro Sánchez va a aprovechar va a ser precisamente la ley de amnistía con el fin de evitar el desgaste por la ley y en medio de la crisis por la trama de las mascarillas vinculada al «caso Koldo». En Ferraz ven las elecciones catalanas la ventana para explicar la amnistía. «Nuestro discurso en Cataluña es muy potente y la gente quiere ese discurso», aseguran. Una pista de esta estrategia se dejó ayer ver en el congreso del PSC, donde Pedro Sánchez sacó pecho de la amnistía. «Nadie puede discutir que hoy Cataluña está mucho mejor que 2017 y es gracias a un gobierno socialista en España. Y en 2024 estará aún mejor con un gobierno socialista aquí», dijo para después comenzar a rentabilizar la amnistía. «Se ha hablado mucho de las medidas de gracia, la amnistía, indultos.... instrumentos con un objetivo claro. Normalización y convivencia y, cuando esto gana, ganan los derechos la estabilidad y los ciudadanos», dijo.
Así, el PSOE va a apostar por la «agenda del reencuentro» y por mostrarse como el Gobierno que «solucionó» un «problema heredado» –en referencia al conflicto independentista– para salir a ganar y buscar la ruptura de la mayoría independentista.
Con este mensaje, el presidente del Gobierno tiene previsto una presencia muy potente en campaña electoral. Su intervención será mayor todavía que en Galicia, donde Pedro Sánchez ya dejó el resto junto a su candidato. El ambiente, sin embargo, era diferente según analizan en el PSOE, al tener que luchar en Galicia una mayoría del PP que resultó inquebrantable. Por partes, en Cataluña los socialistas lo fían todo a su candidato «que lleva tres años preparándose». Si bien el arrope de Ferraz y de ministros socialistas será total, lo cierto es que creen que «Salva tira solo». El objetivo pasa por identificarse con un perfil transversal para arrebatar voto en los nichos de ERC y Junts y así fagocitar la suma independentista. Creen que juegan un «papel central», mientras que el PP todavía no tiene candidato. «Es un convidado de piedra», secundan.
En País Vasco, aseguran, la operación es similar. El objetivo es continuar apoyando al PNV. Confían en el discurso «duro» del candidato del PSE, Eneko Andueza, para seguir distanciándose de Bildu, socio a la vez en el Congreso.
Una vez que pase el calendario electoral, en Moncloa y en PSOE respirarán y volverán a centrarse en la legislatura, según se confiesan. Al no tener más comicios a la vista hasta las próximas elecciones en Castilla y León –si no hay sorpresas o repetición electoral en Cataluña–. «La legislatura va a durar», se prometen.