Las bajas laborales alcanzaron en 2023 máxima incidencia en España en los últimos 10 años. En concreto, y según datos de Umivale Activa y el Ivie, se registraron 450 de estos procesos por cada mil trabajadores.
El país perdió 396 millones de jornadas laborales por incapacidad temporal, un 62% más que en 2018, lo que equivale a 1,1 millones de empleados que no acudieron ni un solo día del año a su puesto de trabajo.
Este dato cambia en función del tipo de contingencia. Aquellas bajas por contingencias comunes y gestionadas por las mutuas, se cifraron en 409 de cada mil empleados, lo que supone un incremento del 67% respecto a 2013.
Por su parte, las contingencias comunes con cobertura en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), se alcanzaron 414 nuevos procesos por cada mil ocupados.
Las bajas que son resultado de la actividad laboral del trabajador, presentan unos datos más moderados, con 41,6 nuevos procesos por cada mil trabajadores en el caso de las mutuas, y 59,6 en aquellos gestionados por el INSS.
Pese a este aumento en el número de bajas durante 2023, su duración se ha reducido. La duración media de estos procesos se sitúa ahora en 34,4 días.
Los permisos en ambas entidades registran este descenso, pero aquellas gestionadas por las mutuas tienden a ser un 20% más cortas que las del INSS.
Por comunidades autónomas, Navarra y Cataluña se encuentran en cabeza, con unas 600 bajas por cada mil empleados, aunque su duración media es de unos 25 días. En el otro lado de la tabla se encuentran Extremadura, Asturias y Galicia, con menos de 300 bajas, pero con una duración mayor, cercana a los 60 días.
