La falta de ajuste frente a la inflación de jubilaciones, salarios públicos, programas sociales y asignaciones explica más del 70% del ajuste del gasto total devengado durante el primer bimestre del año, según datos oficiales que recolectó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Otro factor importante que ayudó al Gobierno a equilibrar, vía shock, las cuentas fiscales fue la reducción del gasto en subsidios energéticos, pero no por subas de tarifas, sino por haber interrumpido los pagos a Cammesa.
Según la OPC, las jubilaciones y pensiones acumulan una contracción del 33% real, por la actualización de haberes sensiblemente inferior a la inflación. Son el gasto más importante del Estado. Su contracción significó el 43,8% de todo el ajuste del gasto primario y el 53% de la caída del gasto total, incluido el pago de intereses de deuda.
"Los haberes actualizados únicamente por la fórmula de movilidad (no alcanzados por los bonos) mostraron una reducción real de 43% anual durante el primer bimestre de 2024, mientras que la pérdida de los haberes mínimos con bono incluido fue de 27,8% anual", detalló la OPC.
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Los gastos en personal cayeron 12,3% en términos reales. Esta contracción representó 5,4 puntos del ajuste total. Las paritarias por debajo de la inflación (16% en enero y 12% en febrero) explicaron el recorte, a pesar de que el presidente Javier Milei celebró, en Expoagro, el despido de 50.000 agentes.
El recorte en programas sociales fue más profundo, aunque tiene menor incidencia en el gasto total. En conjunto, el ajuste real fue de 29% anual en el primer bimestre. El programa Potenciar Trabajo (que ahora mutará) registró una caída en el gasto devengado del 68,4% anual, aunque la OPC aclaró que hubo retrasos en el registro de la liquidación de los pagos. Traducido: el gasto fue mayor (aunque se presume negativo, porque el haber sigue al salario mínimo), pero una falla administrativa no lo registró.
La contracción real del gasto en el último año, según la OPC.
Hubo otros gastos sociales con caídas reales. El gasto en becas Progresar fue de $ 53.850 millones, exactamente idéntico al monto del primer bimestre de 2023. Esa plancha nominal supone una contracción del 32% real. La atención médica a beneficiarios de pensiones no contributivas cayó 41,4% real. El ajuste en el programa Acompañar (casi 6500 millones devengados) fue del 65% real.
Incluso hubo ajustes reales en Políticas Alimentarias, a pesar del aumento en la tarjeta Alimentar. Los $ 265.000 millones devengados significaron una contracción del 4%, descontada la inflación del periodo. La partida específicamente destinada a la tarjeta Alimentar creció 0,2% real en el bimestre, por el aumento del 100% en los montos. El ajuste en estos programas sociales y alimentarios explicó el 8,4% de la caída del gasto total.
El pago de Asignaciones Familiares cayó 16% real en el bimestre, licuado por el rezago en la actualización por ley de movilidad. Las asignaciones familiares a activos y pasivos se retrajeron 29,9%, mientras que en la AUH, el recorte fue menor, por los aumentos extraordinarios. Así y todo, el gasto en AUH se redujo 3,5% real. Estos programas de ingresos a las familias aportaron 3,36% de la reducción del gasto total, intereses incluidos.
Las prestaciones del Instituto de Seguridad Social (PAMI), cayeron casi 40% real, con una incidencia de en torno a 2,1% en el gasto total.
Así, entre jubilaciones, AUH, salarios, programas sociales y seguridad social se explica el 73,3% del ajuste del gasto total, en el que la única cuenta importante que crece es la del pago de intereses: aumento 34,2% real. Y significan el 59,5% del ajuste en el gasto primario.
El ajuste del gasto del último bimestre, apalancado en el jubilaciones, salarios y gasto social, según la OPC.
El recorte es tal que el Fondo Monetario Internacional (FMI) insiste en cada aparición en que el Gobierno debe balancear el peso del ajuste, para que no caiga demasiado en jubilados, trabajadores y personas vulnerables. "Será importante asegurar asistencia social adicional y preservar el valor real de las pensiones", enfatizó, este jueves, la portavoz Julie Kozack.
Otras partidas significativas que muestran caídas reales son las de subsidios energéticos, obra pública y transferencias no automáticas a las provincias.
El gasto en energía se contrajo 59,5% real en el bimestre, lo que representó el 12,8% de ajuste primario y el 15,5% del recorte total. Pero buena parte de ese ajuste se debe a que el Gobierno frenó los pagos a Cammesa. Estas cayeron 71,8% real, en momentos en que las generadoras y transportistas remarcan que el atraso en los pagos de la energía pone en riesgo la operación.
La motosierra pasó decididamente por la obra pública y las provincias. Los gastos de capital se redujeron casi 83% en el bimestre y aportaron casi tanto como el freno en los pagos de energía al recorte total. Las transferencias a los distritos cayeron 73%, con una incidencia en el número total similar a la licuación de salarios públicos.
