Sale cargado de confianza Carlos Alcaraz de su segundo partido en Indian Wells . Había sufrido durante el estreno, por las condiciones cambiantes de temperatura entre el día y la noche en el torneo californiano y por sus propias dudas tras la lesión en el ATP 500 de Río. Pero superó a Matteo Arnaldi tras ajustar el plan (6-7 (5), 6-0 y 6-1) y no tuvo ni un atisbo de duda en su segunda incursión ante Felix Auger-Aliassime . «En el primer partido tuve algunos problemas en el primer set. No jugué mi tenis, pero encontré buenas partes para empezar a jugar un poco mejor y hoy fue realmente un buen partido desde el principio hasta la última bola. Así que eso ayudó mucho a mi confianza y a mi tenis», admitía el murciano tras clasificarse para los octavos de final. Ha sido un comienzo de año complejo, sin encontrar su mejor juego ni los resultados que esperaba. Alexander Zverev lo apeó del Abierto de Australia en cuartos, Nico Jarry en las semifinales de Buenos Aires y la lesión del tobillo en Río . Todo eso, y algunas circunstancias más fuera de la pista, derivaron en un pequeño bajón anímico que Alcaraz explicaba así: «Han sido unos meses difíciles para mí. No fue tras Australia sino en la gira suramericana. Después de Buenos Aires, no jugué buen tenis. Mi confianza bajó un poco y he estado luchando cada día en los entrenamientos intentando mantener la confianza tan alta como fuera posible; intentando ser yo mismo cada día». Noticias Relacionadas estandar No Victoria de Djokovic en su vuelta a Indian Wells, donde no competía desde 2019 AFP estandar Si Nadal y un tortuoso regreso a las pistas Laura Marta Admitió que intenta resolver estas situaciones con conversaciones con su entrenador, Juan Carlos Ferrero , y con su psicóloga. Consejos que trata de poner en práctica en los partidos. Aunque no le ha resultado del todo fácil en estos últimos tiempos. «Está siendo difícil para mí ser yo mismo, digamos, en los últimos torneos. Estaba tratando de disfrutar cada partido, cada punto, pero fue difícil mantenerme allí con alta intensidad, alto nivel de presión. Traté de mantenerme alejado de todo y disfrutar, que es lo más importante para mí. Soy un tipo que ve mucho el teléfono y veo muchos comentarios que la gente te hace. La mayoría de ellos son realmente buenos, pero algunos son malos. Ya sabes, es difícil lidiar con eso. Es lo que estoy tratando de hacer, alejarme de todo, ser yo mismo y disfrutar cada vez que entro a la pista». La próxima vez que lo haga será este martes, en horario todavía por confirmar, contra Fabian Marozsan , con el que tiene una cuenta pendiente, pues el húngaro le ganó en la segunda ronda del Masters 1.000 de Roma el año pasado (6-3 y 7-6 (4)). «Después de esa derrota, me sentí muy muy mal, ¿sabes? Después de ese partido tenía muchas ganas de revancha», advertía Alcaraz, ya con la chispa encendida.