Los empresarios afiliados a Fedecámaras Nueva Esparta reaccionaron con gran preocupación ante el avance que muestra la aplicación de un nuevo impuesto en la […]
Los empresarios afiliados a Fedecámaras Nueva Esparta reaccionaron con gran preocupación ante el avance que muestra la aplicación de un nuevo impuesto en la región como el contemplado en la Ley de Tasa Vial, pues consideran que todo lo que afecte directamente al turismo, debe ser ampliamente considerado.
Por Dexcy Guédez//Corresponsalía lapatilla.com
Jesús Irausquín, presidente de la cúpula empresarial regional, dijo que desconocen a fondo el referido proyecto de ley propuesto por el Ejecutivo regional y que aparentemente fue sometido a consulta pública, según lo anunciado por Omar Veracierto, presidente del Servicio Desconcentrado de Administración Tributaria del estado Bolivariano de Nueva Esparta (Sedatebne).
Irausquín aseveró que la noticia ha generado intranquilidad en quienes integran a la institución, porque significa un costo adicional para las personas que escojan a la entidad como destino para vacacionar, justamente cuando los mayores esfuerzos se hacen en lograr ventajas comparativas con otros lugares geográficos de recreación, tanto en tierra firme como en el Caribe.
Adelantó que están girando comunicaciones a los entes involucrados para reunirse y evaluar la situación, pues en el marco de la Ley de Armonización Tributaria es poco lo que se ha alcanzado.
“Más bien pareciera haber un contrasentido que perciben como delicado, pues la vulnerabilidad de la economía no permite más elementos negativos”, expresó Irausquín.
Señaló que la propuesta que llevarán al Ejecutivo y legisladores, es considerar la pertinencia de tal tributo, la garantía de que tenga resultados realmente visibles y el balance entre aceptación y rechazo.
Consideró pertinente destacar que esa ley forma parte de la voracidad fiscal que desde el gobierno central se impone a los municipios y pecharía también a los habitantes que entren y salgan de la región, y saben que eso no solo pasa por recreación, sino por razones de salud, emergencias y trabajo.
“Lo que queremos es que el término voracidad fiscal que, con razón, se le ha acuñado a la gestión municipal y regional en todos los estados del país, no siga siendo la principal amenaza del crecimiento de las empresas ni el detractor de la economía familiar, ya que de nada servirá unas arcas en progreso mientras los generadores de recursos disminuyen su capacidad de acción”, enfatizó el presidente de Fedecámaras.
