No está protagonizando la temporada que él mismo esperaba, ni, sobre todo, la que preveían los técnicos; pero
Kieran Tierney comienza a mostrar por fin los motivos por los que la Real apostó por él para el carril izquierdo el verano pasado para una temporada tan relevante, la de vuelta a la Champions League. Sus 45 minutos en Granada fueron, quizá, los más completos desde su llegada a la escuadra txuri urdin, coronados con la asistencia a
Le Normand en el segundo gol guipuzcoano, el segundo último servicio en 19 partidos del escocés este curso.
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