Aunque anoche el Louis Vuitton que llevaba Emma Stone no aguantó la velada y se rompió antes de tiempo, la actriz subió a recoger su Oscar con entereza (pero rompiéndose finalmente ella también de la emoción). Las apuestas estaban muy reñidas, y, aunque para muchos estaba cantado que la ganadora de la noche sería Lily Gladstone por su papel en Los asesinos de la luna (más secundario, en realidad, que principal), finalmente fue Stone la que se llevó el merecido premio por su potente actuación en Pobres criaturas, donde volvía a trabajar con el griego Yorgos Lanthimos para concebir un personaje fuera de lo común: Bella Baxter, uno de los papeles más originales de los últimos años y el culmen hasta ahora de la carrera de la intérprete, a sus jovencísimos 35 años.
Por El Confidencial
La carrera de Emma Stone es, sin duda, singular, pues ha pasado en poco tiempo de hacer papeles de comedia centrados en un público hormonado y adolescente a protagonizar algunas de las películas más interesantes del panorama cinematográfico actual.
Allá por principios de los 2000, Stone aparecía en las pantallas de todo el mundo con su pelo ondulado y pelirrojo (teñido, en realidad, ella es rubia natural) y con un nombre que tampoco era el suyo, puesto que en realidad se llama Emily, pero se puso Emma en honor a la Baby Spice de las Spice Girls —grupo al que, según ha comentado en multitud de ocasiones, idolatra—. Sus primeros papeles en televisión no fueron gran cosa, hasta que tuvo la oportunidad de aparecer en Superbad (2007) junto a Michael Cera y Jonah Hill, cuyas carreras por aquel entonces se basaban en títulos adolescentes: comedias un poco jartas y con cierto toque indie.
Esos primeros pasos de Stone fueron confusos, como los de cualquier estrella que está empezando y no sabe muy bien hacia dónde dirigirse: llegaron otros títulos como Zombieland (2009) o Easy A (2010), que le valió una nominación para el premio Bafta, y alguna comedia romántica y sosa como Crazy, stupid, love (2011), donde coincidiría por primera vez con Ryan Gosling, con quien tiene tanta química en pantalla que quedaba claro que tendría que repetir en un futuro inminente. Criadas y señoras, del mismo año, le dio la oportunidad de brillar en un papel diferente al que nos tenía acostumbrados, y, aunque la película basada en la novela The Help quizá no ha envejecido todo lo bien que se le suponía, reunió a un grupo de actrices particularmente notables (Viola Davis, Octavia Spencer, Jessica Chastain…) que habrían de copar títulos en los años posteriores.
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