La nueva norma de trasplante hepático propone excluir de la lista de candidatos a trasplante de hígado a quienes tengan 65 años o más en el momento de la evaluación inicial, y que carezcan de un adecuado soporte social.
Criterios como los anteriores son considerados discriminatorios, en especial para los enfermos en condición grave y avanzada, según opinan dos organizaciones de pacientes, que exigen al Ministerio de Salud volver a comenzar el proceso de elaboración de la norma.
La Fundación Vida Nueva, Donación y Trasplante y la Fundación Nefrología Costa Rica se oponen a la propuesta, que el Ministerio de Salud sometió a consulta pública.
Estas organizaciones consideran que si se aprueba esta norma a muchos pacientes se les arrebatará la oportunidad de tener un trasplante de hígado, pues se les restringe significativamente esa posibilidad.
Además, reclaman que en el proceso de elaboración no se tomó en cuenta a todos los equipos especializados en trasplantes de los hospitales, tanto públicos como privados.
“Es muy lamentable que valores éticos como la justicia y beneficencia se degraden de esta manera y que priven otros elementos, no precisamente orientados a salvar vidas humanas.
“No podemos mantenernos en silencio ante este acto injusto que excluye en su conceptualización la visión paciente”, afirmó Rosibel Arrieta, presidenta de la Fundación Vida Nueva, Donación y Trasplante, en un boletín enviado a la prensa.
De acuerdo con la propuesta de norma, cualquier paciente admitido en la lista de espera de trasplante hepático con una edad igual o inferior a 65 años en el momento de la evaluación inicial, y que alcance los 68 años en esa lista, deberá ser excluido de acuerdo con los principios de justicia y beneficencia considerando la proyección de supervivencia del injerto.
4 de cada 10 candidatos a trasplante de hígado mueren mientras esperan un órgano
Esta disposición, explica la norma, pretende optimizar las probabilidades de éxito del trasplante hepático. “La exclusión basada en la edad se fundamenta en la consideración de factores médicos relevantes y busca garantizar una asignación de órganos que maximice los beneficios para los receptores”, indica el documento.
En la lista de contraindicaciones también están las siguientes:
La Nación envió una consulta sobre este tema al Ministerio de Salud, la mañana de este domingo.
La Fundación Nefrología Costa Rica critica que la Secretaría Técnica de Donación y Trasplante, adscrita al Ministerio de Salud, elabore la norma, una potestad que, según afirma, es del Consejo Nacional de Donación y Trasplante.
Las organizaciones, que representan a enfermos trasplantados, en espera de trasplante y a sus familias, exigen al Ministerio de Salud y a la Coordinación Institucional de Donación y Trasplante de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que se replantee y se realice un nuevo proceso para la actualización y revisión de la norma.
CCSS nombra nuevo coordinador de trasplantes de órganos
El sistema de donación y trasplante de órganos y tejidos se ha mantenido en una crisis permanente desde antes de la pandemia por la covid-19, cuando trascendieron problemas en la organización que resultaron en el desperdicio de riñones donados.
En mayo del año anterior, el Ministerio de Salud giró una orden sanitaria que cerró el programa de trasplante hepático del Hospital México, basándose en datos que registraban ahí una mayor mortalidad y morbilidad de los pacientes posterior a la cirugía.
No obstante, en septiembre, el Tribunal Contencioso Administrativo ordenó al Ministerio de Salud y a la Caja reabrir el programa de trasplante hepático del Hospital México.
El Ministerio de Salud también cerró el programa de trasplante renal con donante cadavérico del Hospital San Juan de Dios, en setiembre del 2023.