De los otros 15, ocho fueron expulsados de España tras cumplir sus penas de cárcel
Veinte años después de los atentados de Madrid, únicamente los tres condenados a las penas más altas siguen en prisión por estos hechos: Jamal Zougam (el único al que el tribunal sitúa en los trenes ese 11M), Otman El Gnaoui (como el anterior, condenado como autor material a más de 42.000 años de cárcel) y el exminero José Emilio Suárez Trashorras (que facilitó a la célula yihadista los explosivos con los que cometió la masacre), cuyas penas suman más de 34.000 años de prisión. Todos ellos tendrán que esperar a marzo de 2044 para recuperar la libertad, tras pasar en la cárcel el máximo legal de 40 años. Zougam será el primero en salir, el 2 de marzo. Un día después lo hará Suárez Trashorras y, por último, el día 19 le tocará el turno a El Gnaoui.
Otro de los condenados, Hassan el Haski (a quien la Fiscalía acusó sin éxito de ser uno de los «cerebros» del atentado), extinguió su pena en España en junio de 2019, pero actualmente sigue en prisión en Marruecos, tras ser condenado a diez años de cárcel por los atentados de Casablanca de 2003.
Los otros catorce se encuentran ya en libertad, tras ir cumpliendo gradualmente sus condenas por el 11M. El último, Abdelmajid Bouchar, condenado a 18 años de cárcel. El terrorista que soñaba con una medalla olímpica en atletismo –que huyó del piso de Leganés donde se inmolaron los principales responsables del 11M al ver a la Policía cuando bajaba la basura– extinguió su condena el pasado agosto y fue expulsado de España, como Rachid Aglif, «el Conejo», Hamid Ahmidan (primo de «el Chino»), Youssef Belhadj (a quien la sentencia no consideró uno de los ideólogos de los atentados), Mohamed Bouharrat, Saed el Harrak, Fouad el Morabit y Rafa Zouhier.
Antes que Bouchar, en 2022 salieron de prisión Antonio Toro, Aglif, condenado a 18 años de cárcel, y Mohamed Bouharrat, a quien el tribunal impuso una pena de doce años de prisión por integración en organización terrorista. Toro, condenado por el Tribunal Supremo a cuatro años de cárcel por tráfico de explosivos tras ser absuelto por la Audiencia Nacional, estaba ya desde febrero de 2021 en semilibertad tras concedérsele el tercer grado.
En 2014 cumplió su condena Rafa Zouhier, que estaba prevista sólo cinco días después del décimo aniversario de los atentados, por lo que pidió a la Audiencia Nacional retrasar «dos o tres meses» su excarcelación para evitar malestar a las víctimas.
