Ya no estamos en los tiempos de Billy Cristal, pero no significa que no podamos tener presentadores a la altura. Por cuarta vez, siendo la última en 2019, el cómico y presentador Jimmy Kimmel se encargó con brío de la ceremonia de los Premios Oscar. Después de abrir el show cantando, subir un burro al escenario o volver a pelearse con su "enemigo íntimo" Matt Damon, con el que lleva años tirándose odio en directo por la gran amistad que les une, el presentador cuyo hábitat natural es el "late night" fue el encargado de ponerse al frente de la 96ª. Edición de los Oscar.
"Lo sé. No he comido en tres semanas, tengo mucha hambre y tengo que ir a presentar los Oscar", decía Kimmel al comentario, sacado de "Barbie", en el que Margot Robbie le decía que era precioso. Después de que sonaran los acordes de Dua Lipa y su "Dance the Night", el presentador de los Oscar apareció sobre el escenario. Tras un merecido palito al fracaso absoluto de "Madame Web", y un recuerdo a las que no han estado nominadas, Kimmel comenzó su monólogo recordando la huelga y piropeando a Ryan Gosling, al que felicitó por ganar la lotería de la genética.
"Robert Downey Jr. nunca ha estado más colocado de cara al Oscar. Pero sí ha estado más colocado", dijo Kimmel, con la connivencia del actor de "Oppenheimer", que se llevó la mano a la nariz como asumiendo el chiste. Luego le tocó el turno a Emma Stone: "Emma interpretó a una mujer con el cerebro de un bebé, como la representante republicana en el discurso del Estado de la Unión". Y también hubo para Bradley Cooper: "¿Cuántas veces puede uno traer a su madre a la gala sin que esté, realmente, saliendo ya con su madre?", bromeó en plena forma el presentador, aunque ciertamente blando para con las costuras de Hollywood, solo atacando la duración excesiva de algunas películas.
Tras casi 15 minutos de monólogo, que se fue diluyendo, Kimmel sacó su fusil contra la Inteligencia Artificial, poniendo en valor la fuerza de los sindicatos. "No todos son gente llena de bótox, hijos de famosos que no hacen nada más que sacar a pasear su caniche y estremecerse por el pensamiento de tocar una pala", explicó el presentador, sacando al escenario a los guionistas y técnicos que estuvieron al frente de las protestas. "Parece que nos vamos a ir largos", se despidió el presentador.