ARCO prepara siempre mucha mecha, en los papeles, a propósito de los galeristas, los artistas o los coleccionistas. Son el triunvirato de oro de un acontecimiento que pone mucha amenidad en estas fechas, cuando nos toca saber mucho de arte. Pero dentro de ARCO hay otro arco, el arco alegre del peatón que va a echar la tarde con el bonobús en el bolsillo, un coro de particulares que va tomarse una cocacola por allí, y de paso a pegarse el susto o el deleite, como el que va a ver coches caros en un escaparate, echando un ojo al precio imposible. Hay una costumbre española de matar la tarde en los centros comerciales, donde lo compras todo, con la...
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