Era evidente que este encuentro venía mediatizado por el tremendo esfuerzo del pasado martes ante el Mallorca, esos 90 minutos más prórroga y penaltis, y, sobre todo, por el envite del próximo martes ante el PSG, con sólo tres días para poder recuperar. Pero quizá fue inesperado que
Imanol sacrificara tanto un partido tan trascendente en Liga para poner todos los huevos en la cesta de una remontada complicadísima en ante el PSG. Todo quedará justificado si la Real consigue voltear el marcador ante el equipo francés y se planta en cuartos de Champions, pero el terreno que está perdiendo en Liga es excesivo.
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