Fue una reunión "sumamente positiva" y tendiente a reforzar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina.
Pero la visita del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken en la Casa Rosada al presidente Javier Milei no dejó anuncios de inversiones concretas sino promesas de futuros negocios, la expectativa de que el Gobierno "logre estabilizar su economía" y un notable malestar de Washington por el viaje presidencial a la convención republicana donde se cruzará con Donald Trump, el enemigo central de Joe Biden.
Luego de dos horas de una intensa reunión de trabajo y una recorrida juntos por el balcón y los pasillos de la Casa Rosada, Milei y Biden sellaron una alianza estratégica entre Estados Unidos y Argentina que acercó mucho las posiciones luego de los años de frialdad que impuso el kirchnerismo hacia Washington.
"Confiamos en aumentar aún más el comercio y la inversión entre nuestros países. Vemos muchas oportunidades para hacer más y el pueblo de Argentina puede contar con nosotros a medida que trabajen para estabilizar su economía", dijo Blinken al término de la reunión.
Las expresiones del secretario de Estado encerraron gestos de muy buena voluntad con el nuevo gobierno y la gestión Milei. Blinken se animó a hablar incluso de mejorar el entorno empresarial y eliminar las barreras a las inversiones para potenciar estos vínculos. La Argentina es considerada por Estados Unidos como "un socio predilecto".
En este sentido, tanto Milei como Blinken y el equipo de gobierno de cada lado hablaron de la necesidad de avanzar en inversiones en litio, energía limpia y minerales críticos. También el secretario de Estado deslizó la promesa de que la Corporación para el Financiamiento del Desarrollo de Estados Unidos ayude a identificar "nuevas oportunidades" para nuevos proyectos.
Pero todas estas menciones de promesas de inversión no se respaldaron en datos concretos y mucho menos en "anuncios con regalos" como habían previsto hace unos días en la Casa Rosada ante la visita de Blinken.
Incluso en un tema central en los planes de Milei como la dolarización el secretario de Estado se limitó a decir: "eso depende de Argentina. Por supuesto que esperamos escuchar algún plan y hablarlo más, pero esta es una decisión que debe ser Argentina".
La canciller Mondino reiteró la decisión de Milei de profundizar las relaciones con Estados Unidos y avanzar en temas centrales como la defensa de Ucrania y de Israel. También la ministra de Milei remarcó que con la de Blinken es la cuarta visita de un funcionario norteamericano desde que llegó el nuevo presidente. Pero la canciller no logró mostrar algún anuncio concreto de inversiones norteamericanas.
El otro eje de controversia que despertó sombras en la visita de Blinken sin dudas fue el viaje relámpago que Milei hará esta noche a Washington para asistir a la convención republicana donde Trump será orador central.
En la Casa Rosada se encargaron de aclarar que no habrá reunión entre Trump y Milei. Pero esta claro que el sólo hecho del viaje no cayó nada bien en la Casa Blanca porque es leído como una suerte de intromisión de un presidente extranjero en la campaña electoral de Estados Unidos, algo inusual en la diplomacia.
Blinken se mostró incómodo cuando le preguntaron por este tema. Optó por eludir la cuestión: "no me dedico a la política (interna), me dedico a la política exterior en este caso. Pero nos ha complacido la reunión con el presidente Milei, con todo el equipo, y estamos más convencidos de que existe un fuerte deseo por parte del gobierno de Argentina y el de los Estados Unidos de fortalecer y profundizar nuestra asociación", dijo evasivo.
Mondino también optó por eludir la cuestión y mencionó que no sabía si sería posible una reunión de Trump y Milei en Washington porque "todo depende de los horarios de vuelos comerciales en los que viajará el presidente argentino", dijo. Una forma de evitar mayor rispidez ante la administración Biden.
en este mismo tren de diferenciación con la Argentina, Blinken desechó la posibilidad de que Brasil deje de ser el principal socio de Estados Undiso por las diferencias de Lula Da Silva con Biden en los casos de la guerra de Israel y Ucrania.
"Estados Unidos no tiene una asociación exclusiva" con ningún país y "da la bienvenida al trabajo con cualquier país, basado en los mismos valores", desterró de plano el secretario de Biden.
Milei estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, los ministros Luis Caputo (Economía); Guillermo Francos (Interior); y el futuro embajador de argentina en Washington, Gerardo Werthein. También participaron Leopoldo Shaores, secretario de Relaciones Exteriores; y Marcelo Cima, Secretario de Relaciones Económicas Internacionales.
Por la delegación norteamericana, estuvieron presentes el embajador Marc Stanley; el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols; el jefe de Gabinete Adjunto, Tom Sullivan; la portavoz adjunta Vedant Patel y el Consejero Político de la Embajada de Buenos Aires, Robert Allison.