El primo de Tamara Falcó, Felipe Matossian, se ha casado con Ina Morenés en el centro de Madrid.
Los viernes también son de boda, y si no que se lo digan a la alta sociedad madrileña y a Tamara Falcó. Porque la boda de Felipe Matossian Falcó e Ina Morenés ha vuelto a reunir a lo más granado de la aristocracia y el mundo empresarial de nuestro país. El primo de Tamara Falco es hijo del exjinete Jaime Matossian y Osorio y Clara Pía Falcó Medina, duquesa de Montellano y sobrina de Carlos Falcó, padre de Tamara Falcó. Y por eso, esta boda ha reunido esta tarde en Madrid, a la aristocracia, la alta sociedad y la jet set de nuestro país, entre las que no han faltado la Infanta Elena, Isabelle Junot y la propia Tamara Falcó como algunas de las invitadas mejor vestidas de esta boda por todo lo alto en el centro de Madrid.
El lugar escogido para esta boda que ha reunido a lo más granado de la aristocracia y el poder empresarial de nuestro país es la madrileña Iglesia de las Calatravas, ubicada en la calle Alcalá, en pleno centro de la capital y a escasos metros de la Puerta del Sol. Se trata de un templo que formaba parte del antiguo Monasterio Real de la Concepción, construido por Felipe IV en el siglo XVII y de estilo barroco. La novia ha escogido para tan importante día un diseño de Navascués, la firma preferida por la alta aristocracia española, y de la novias más clásicas.
La Infanta Elena muy puntual ha llegado con un look formal, pero no lo esperado para una invitada de boda, con un estilismo por una chaqueta larga de tweed en azul marino y marrón chocolate, y bolso de Chanel.
Isabelle Junot sí que se ha convertido como de costumbre en una de las invitadas mejor vestidas y más elegantes, con un maravilloso vestido bicolor azul con una flor 3D en el pecho en negro que ha combinado con unos salones en animal print de Inés Domecq Shoes.
Tamara Falcó, que ha llegado corriendo porque llegaba tarde como de costumbre, le ha sido infiel a su propia marca y ha lucido un vestido estampado con mucho color de Rixo. Un diseño drapeado con volante y abertura en el bajo, de una de las marcas londinenses favoritas de Carmen Lomana. Eso sí, Íñigo Onieva ha llegado más tarde y han hecho la entrada a la iglesia por separado.
Amparo Corsini, fiel a su estilo más clásico ha lucido vestido de tweed de Giambattista Valli.
Si tienes una boda de tarde en los próximos meses, esta es toda la inspiración más clásica, pija y elegante que necesitas.
