Bruselas. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) llegó a un “punto de quiebre”, advirtió su director Philippe Lazzarini en una carta enviada este jueves al presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
“Con profundo pesar le informo que la agencia llegó a un punto de quiebre, con los reiterados pedidos de Israel para su desmantelamiento y el congelamiento del financiamiento de los donantes ante necesidades humanitarias sin precedente en Gaza”, señaló en la carta publicada en X.
"La capacidad de la agencia para cumplir su mandato en virtud de la resolución 302 de la Asamblea General está ahora seriamente amenazada", añadió.
La UNRWA, creada por esta resolución adoptada en 1949, emplea a unas 30.000 personas en los territorios palestinos ocupados, Líbano, Jordania y Siria. La agencia está en el centro de la polémica desde que Israel acusó a 12 de sus empleados de estar implicados en el atentado del 7 de octubre, del grupo resistencia palestino Hamás, que causó la muerte de 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP
La ONU se desvinculó inmediatamente de los empleados acusados e inició una investigación interna, el secretario general, Antonio Guterres, también encargó a un grupo independiente presidido por la exministra francesa de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna que evaluara a la UNRWA y su neutralidad.
Pero aunque “hasta ahora, Israel no compartió ninguna prueba con la UNRWA”, 16 países suspendieron su financiación, por un total de $450 millones, dijo Philippe Lazzarini, advirtiendo de que las operaciones de la agencia en toda la región “se verán seriamente comprometidas a partir de marzo”.
Entre los países que suspendieron la ayuda a la organización están: Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania, Canadá, entre otros. Asimismo, otros países continuan donando, como lo son: España, Portugal, Luxemburgo, Bélgica, entre otros.
“Me temo que estamos al borde de una catástrofe monumental con graves consecuencias para la paz, seguridad y los derechos humanos en la región”.
La guerra en Gaza cobró la vida a casi 29.500 personas, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna este territorio palestino bombardeado sin descanso y totalmente asediado por Israel.
