"Con el 0-1 debimos dormir el partido. He echado de menos ese momento”. Fue el diagnóstico de
Xavi para explicar el empate en
Nápoles, donde el
Barça hizo un buen partido que no pudo rematar en el marcador. El insomnio, es decir, las dificultades para dormir, se puede tratar en la vida y en el fútbol. Si repasamos el cuarto de hora entre el gol de
Lewandowski y el de
Osimhen, encontramos una clave que
Xavi propuso con acierto.
Seguir leyendo...