A
Robert Lewandowski no hay que decirle lo mucho que hay en juego de aquí a final de temporada. El delantero polaco fue el primero que verbalizó en público la máxima ambición tanto en
Liga como en
Champions cerrando filas con
Xavi Hernández entre las lógicas quinielas sobre quién seré su sucesor. Hace sólo una semana no descartó al Barça para los dos últimos títulos que quedan e
n el cierre de la 18ª edición de unos Relatos Solidarios del Deporte de la que ha sido padrino. Y en Nápoles volvió a demostrar que mantiene intacto ese gen ganador que le llevó a ser uno de los líderes del
Barça campeón de
Liga la pasada temporada.
Lewandowski no ha venido a
Barcelona a disfrutar del sol en los últimos años de su dilatada carrera y sigue marcando el ritmo y tirando del carro del equipo antes de afrontar el último trimestre del curso.
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