Febrero nos ha traído almendros en flor, agricultores con tractor sobre los céspedes de las medianas y a Koldo García , la mano derecha de Ábalos y presunto comisionista de una supuesta trama de cobro de mordidas en la compra de mascarillas durante la pandemia. En dos días ha tomado forma el 'koldismo', que es una fascinación y a la vez una repugnancia por un personaje de proporciones colosales, andar desgarbado y gesto poco considerado, alguien dirigido por apetitos primarios que emerge a los titulares de los fondos de la política de mi Españita que creíamos olvidada para siempre. Hablo de un tiempo que ahora recuerdo con melancolía en el que –ay–, los políticos eran gentes más o menos moderadas...
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