El Pequeño Nicolás se convirtió en el gran pícaro de la España reciente. Un pillo, un bribón y un granuja que jugó a ser el James Bond en el CNI español, que se codeó con el máximo poder y se coló -nadie sabe cómo- en la lista de ilustres que participaron en el besamanos de la coronación de Felipe VI. Sin embargo, al igual que le ocurrió a Ícaro, sus ansias por tocar el poder terminaron con él y empezó a acumular acusaciones por estafas, falsedad documental, usurpación de funciones y otros delitos. Francisco Nicolás Gómez Iglesias (Madrid, 1994), su nombre real, ofrece s ...