Nenad Bjelica llegó siendo un desconocido de los banquillos para la afición alemana y con la difícil tarea de sustituir a toda una leyenda como Urs Fischer. Union Berlin se encontraba en descenso y con la autoestima muy tocada tras una malísima racha de derrotas, pero el técnico croata se puso el mono de trabajo y fue capaz de cambiar la tendencia para llevar al equipo a ser uno de los mejores de la competición desde su llegada.
Tras varios meses de competición estaba claro que el desgaste de Fischer era más que palpable y hacía falta un cambio. No tanto por los resultados, que de por sí tampoco eran los deseados, sino por la pérdida de identidad de un equipo que había hecho historia gracias a su fortaleza defensiva y a su efectividad en ataque.
El entrenador croata supo nada más llegar que lo primero que debía hacer era mejorar la retaguardia y apoyarse en la afición para que An der Alten Försterei volviera a ser una fortaleza. Los datos dejan más que claro que ambos objetivos se han cumplido, ya que los Eisernen han dejado su portería a cero en 5 de los 8 últimos encuentros y han encadenado 4 triunfos consecutivos como en casa. Estas cifras han servido para que el Union Berlin se haya alejado del descenso y sea uno de los equipos más en forma del fútbol alemán desde que Nenad Bjelica asumió el cargo.
La parcela ofensiva sigue siendo un apartado a mejorar, pero el conjunto berlinés está sabiendo darle valor a cada uno de sus goles, logrando las 3 victorias de este comienzo de 2024 por la mínima. Hollerbach está siendo el jugador más incisivo, ayudado por un Volland que está a un gran nivel, a pesar de su tarjeta roja en la última jornada y el belga Vertessen que ya ha dejado destellos de su calidad.
Aunque la expulsión y posterior sanción de 3 partidos para Bjelica montó un revuelo importante en el entorno del club, lo cierto es que Union Berlin no se resintió y fue capaz de seguir siendo competitivo con la dupla Jumic-Eta. Parece que las aguas bajan tranquilas en Köpenick y gran parte de culpa la tiene un Bjelica que el pasado sábado celebraba su victoria 300 como entrenador. Sin mucho ruido, el croata va ampliando su historia en los banquillos y en el propio Union donde les ha sacado de un apuro con un rendimiento que pocos esperaban apenas un par de meses atrás.