Las elecciones rectorales en la Universidad Pablo de Olavide se adelantan varios meses y tendrán lugar a finales del próximo mes de abril o primeros de mayo en lugar de noviembre. Así lo ha anunciado el rector, Francisco Oliva, en una carta que ha enviado a la comunidad educativa en el que anuncia el adelanto de las fechas. Según el texto al que ha tenido acceso ABC ha decidido «recuperar la fecha original de convocatoria de las elecciones rectorales que fueron pospuestas del mes abril al mes de noviembre del año 2020» por motivo de la pandemia. Oliva asegura que dicha decisión responde a la necesidad de prepararnos como Universidad frente a una serie de retos importantes y complejos que habremos de afrontar a corto plazo». Según dice, por un lado, a partir de octubre se iniciarán las negociaciones con la Junta de Andalucía para preparar el presupuesto del año 2025, siendo la primera vez que se conformarán desde un principio con el nuevo modelo de financiación de las Universidades Públicas de Andalucía. «Se trata de una gestión compleja que obliga a poner sobre la mesa toda una serie de datos relativos al resultado de la gestión económica del ejercicio anterior y de los proyectos que esperamos poner en marcha en los meses siguientes, todo ello de acuerdo con unos nuevos criterios de financiación que tendremos que estudiar y trabajar con mucho detalle», dice. Por ello, debe ser «el nuevo equipo de gobierno», ya elegido, el que asuma esta trascendente tarea para nuestra institución, «no pareciendo aconsejable hacer coincidir este arduo periodo de negociación con un proceso electoral que nos restaría margen de maniobra». Por otro lado, según Oliva, la aplicación progresiva de la LOSU requiere iniciar el curso académico 24/25 con la estabilidad necesaria a nivel de gobierno universitario. «Aunque desgraciadamente todavía son muchas las incertidumbres que arroja la implementación de esta ley, resulta imprescindible que finalicemos el actual curso académico con la certeza de saber cuáles serán las líneas estratégicas principales que se han de seguir a partir del mes de septiembre, con el fin de programar con la debida antelación, junto con los Centros y Departamentos, el siguiente curso académico», dice. Y, por último, también hay que abordar la modificación de estatutos, con el fin de adaptarlos tanto a la LOSU como a la futura Ley andaluza de Universidades, cuyo proceso de negociación ya se ha iniciado con los Rectores. El proceso para esta modificación debe iniciarse cuanto antes, y desde luego no resulta aconsejable que se desarrolle en el seno de un proceso electoral. «Por todas estas razones, considero un acto de responsabilidad institucional garantizar que nuestra Universidad cuente desde finales de este curso académico con un nuevo equipo de gobierno , que esté en condiciones de afrontar con el máximo respaldo todos los desafíos que nos esperan en un futuro inmediato. Y por ello, convocaré en breve las elecciones rectorales, con la intención de que puedan celebrarse a finales de abril o principios de mayo, en función del calendario definitivo que apruebe la Comisión Electoral». Igualmente, quiero transmitir mi firme intención de concurrir como candidato a dichas elecciones. El hecho de encontrarme actualmente al frente de la presidencia de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas y formar parte también del Comité Permanente de la CRUE, me permite conocer, de primera mano, las diferentes amenazas y oportunidades a las que se enfrenta el sistema universitario público, así como la necesidad de anticiparnos desde el gobierno de la Universidad para hacerles frente y salir aún más fortalecidos de los retos que nos aguardan, estoy seguro de ello.