Primavera de 1925. En una suite del hotel Crillon de París se cierra la mayor estafa conocida del siglo XX. ¡Un hombre es capaz de vender la Torre Eiffel! El 11 de marzo de 1947, ese mismo hombre muere en el centro médico para prisioneros federales del condado de Greene, Misouri, Estados Unidos . El oficial de turno, al llegar el momento de rellenar el certificado de defunción, lo define para la posterioridad como 'aprendiz de vendedor'. El autor y director teatral Alfonso Mendiguchía conoció de la existencia de Von Lustig , alias 'el mayor estafador del siglo', a través de un reportaje. Su nombre le quedó rebotando en la cabeza y se puso a buscar información sobre él, «aunque en realidad había muy poca». De esa labor de reconstrucción de su vida, como si de un puzle se tratara, surge el montaje 'Von Lustig. El hombre que vendió la Torre Eiffel' , con el que trata de ahondar en «el mundo de la apariencia» y como este se ha acrecentado tras la irrupción de la pandemia y con la 'era Instagram'. Lo hace recorriendo los 60 años de historia de Von Lustig, que él mismo narra, y con la ayuda de Kiki, una meretriz entre la Sally Bowles de 'Cabaret' y la 'Campanilla' de Peter Pan, que da vida a una constelación de personajes que orbitaron alrededor del estafador. Es esa multiplicidad de papeles en los que se mete -hasta catorce- una de las dificultades que ve en el montaje la actriz vallisoletana Patricia Estremera: «En su mayoría se trata de hombres. Creo que una mujer puede tener mucha gracia estereotipando a esos hombres típicos con much poder que nunca nos han dejado hablar», sostiene la intérprete, feliz de poder volver a su tierra con este montaje. Noticia Relacionada estandar No El Zorrilla trae a Valladolid 'El poder de la voz', un estreno mundial con 50 voces blancas ABC Un tributo a David Bowie, la adaptación al rap de géneros clásicos y una selección de bandas sonoras entre velas completan la programación semanal del teatro Para su compañero en la escena, responsable también del texto, la mayor dificultad que entrañaba era «reelaborar toda la historia y hacerla escénica». Valora también el papel de la directora, Natalia Hernández, y de su compañera Patricia, en cuyo papel recae fundamentalmente el «juego metateatral» de la obra. Sobre el escenario se ve un pequeño teatro cabaret «caduco, comido por el musgo y el moho», donde aparecen los personajes para contar la historia de Von Lustig una vez fallecido. El montaje, que recala este sábado en Valladolid en el Centro Cultural Miguel Delibes se estrenó en 2022 y viene avalado por distintos premios, entre ellos al Mejor Espectáculo y Mejor Dirección en el prestigioso Certamen Nacional de Teatro Garnacha de Rioja. Alfonso Mendiguchía considera que el espectáculo ha adquirido con el tiempo «mucho más ritmo», a la vez que tanto él como ella han cogido «más confianza». Por eso, apunta que llega a Valladolid «en un punto muy bueno». Sobre la reacción que han visto en el público, Patricia considera que «es como si estuviera metido en una película. Les vemos absortos, con la boca abierta, disfrutándolo mucho». Y es que a su juicio la obra tiene «un ritmo muy frenético y divertido», al tiempo que hace «muy cómplices» a los espectadores, ya que todos los cambios que experimenta «son de cara al público». El montaje de 'Los Absurdos Teatro' llega en el marco del ciclo 'La Comunidad a Escena' , una parada por la que Patricia se muestra muy agradecida a Artesa, que junto a la Consejería de Cultura y Turismo pone en marcha el mencionado programa. En este sentido, admite que hubiese «mas oportunidades» que los artistas y montajes con sello de Castilla y León fuesen programados en la Comunidad, sobre todo cuando vienen refrendados con reconocimientos nacionales como es el caso.