Han tenido que morir tres personas, además muy vulnerables, para que se hayan descubierto las grandes deficiencias que, según un informe oficial de la Policía Municipal de Madrid, existían en la seguridad de la residencia de ancianos Juan XXIII. El incendio en una de las habitaciones , que la Brigada Científica sospecha que se debió a una batería en mal estado o al fallo eléctrico de un aparato de radio, dejó a tres mujeres muertas. Dos ancianas de 93 y 90 años, que perecieron quemadas en el interior del cuarto, y una mujer de 64 que falleció horas después con quemaduras en el 70% de su cuerpo, en La Paz. Este periódico ha tenido acceso al atestado levantado por los agentes de la Comisaría Integral del Distrito de Moncloa-Aravaca que acudieron a asistir a los atrapados en el edificio de la calle de Proción, 10. Nada más llegar, vieron las llamadas en la primera planta (cuenta el edificio con otra baja y una superior, en total tres alturas). En la inferior están las oficinas y zonas comunes; en la de encima, siete habitaciones; y en la última, doce más. Para un total de 39 plazas de residentes, de las que 37 pueden ser concertadas con la Comunidad de Madrid desde 2009. El centro fue inaugurado en 1990. Noticia Relacionada estandar No El Gobierno de Sánchez carga ahora contra Ayuso por las muertes en el incendio de una residencia de Madrid Mariano Calleja La presidenta madrileña contrataca frente a las críticas de Pilar Alegría: «Son inhumanos y excéntricos» El incendio comenzó en uno de los cuartos del nivel intermedio que da a la parte trasera. En un primer momento, los agentes procedieron al desalojo, «poniendo en peligro sus propias vidas». «Intentaron utilizar la boca de incendios equipada, que se encuentra en la misma planta en que se está produciendo el fuego, comprobando que no tenía presión y que estaba inutilizada», reza el documento. «Debido a la intensidad del fuego —prosigue el relato policial— y, especialmente, al humo que se concentraba tanto en la entreplanta como en la superior, lo que hace que sea prácticamente imposible ver ni respirar; a los que se suman la reducida movilidad de algunos de los residentes, así como su avanzada edad y la propia estructura de la residencia, con pasillos estrechos y escaleras muy inclinadas». Una ratonera en toda regla que todavía tenía que mostrar su peor cara. Con los ancianos a cuestas, tanto los municipales como los policías nacionales de la comisaría de Moncloa-Aravaca. Tres empleadas de la Juan XXIII dieron les dieron indicaciones para que fueran a la zona de habitaciones (pisos 1 y 2), «sacando a casi la totalidad de los residentes a una zona segura en el exterior». Todo, entre ocho policías de ambos Cuerpos. Puertas bloqueadas Finalmente, pudieron «acceder a la habitación en la que se originó el fuego, a través de una ventana exterior, logrando rescatar a dos personas que presentaban graves quemaduras»; se refieren a las nonagenarias: «Una de ellas se encontraba en parada cardiorrespiratoria, por lo que comenzaron a realizar maniobras de reanimación», hasta ser relevados por el Samur. Su compañera de habitación falleció allí. Cuando llegaron los Bomberos del Ayuntamiento, procedieron a relevar a los policías en el desalojo, «logrando rescatar a tres personas más que se encontraban confinadas en una habitación de la planta superior» . Al intentar salir, los agentes se encontraron «que, desde la planta segunda, una escalera baja hasta una puerta situada en la primera planta y da acceso a una terraza exterior, la cual se encuentra bloqueada». Añaden: «En la planta baja, una de las puertas de emergencia de salida al exterior se encontraba bloqueada». La tragedia fue importante, pero pudo haber sido mayor, algo que se evitó gracias a la heroicidad de los policías actuantes. Y así queda reflejado en la minuta: «Destacar su actuación, con su rápida llegada al lugar, su acertada toma de decisiones y su entrega, llegando a poner en riesgo sus propias vida, sufriendo quemaduras e intoxicaciones por humo, logrando evitar que hubiera que lamentar un mayor número de víctimas». Bronca Moncloa-Sol En total, cuatro uniformados salieron lesionados y otros 18 residentes trasladados a hospitales (ayer solo quedaba uno ingresado), además de la tercera fallecida. Los que no se han ido con familiares han sido reubicados en otros geriátricos de la región. La portavoz del Gobierno central, Pilar Alegría, cargó ayer contra la presidenta de la Comunidad de Madrid , Isabel Díaz Ayuso: «El patrón que ha seguido ha sido siempre el mismo, el del abandono, errores continuos, mala gestión y una dolorosa falta de empatía». Desde el equipo de la jefa del Ejecutivo autonómico tacharon esas declaraciones de «brutalidad» y censuraron que la culpen «de responsabilidades que no son suyas». El centro fue inspeccionado en abril y agosto de 2023 y cumplía entonces todos los parámetros de seguridad.