El Mando de Personal del Ejército de Tierra va a potenciar las herramientas psicológicas para manejar el talento de los militares, y seleccionar a aquellos más adecuados según sus capacidades para ciertos puestos.
El anterior jefe del Mando de Personal firmó un convenio, en nombre del Ministerio de Defensa, con la Asociación para el Desarrollo de la Ingeniería del Conocimiento “para la ejecución de actividades de investigación e intercambio de información y experiencias en la aplicación de la psicología al área de los recursos humanos”.
Según se explica en el convenio, la Asociación para el Desarrollo de la Ingeniería del Conocimiento (ADIC) es una entidad sin ánimo de lucro constituida por los miembros asociados IBM España, Grupo Santander, Mapfre y la Universidad Autónoma de Madrid. Actúa a través del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), centro de I+D+i fundado en 1989, y tiene como fin último el cumplimiento de objetivos de difusión y transferencia de la tecnología en el ámbito de la ingeniería del conocimiento.
El Mando de Personal del Ejército de Tierra consideró que debía “profundizar en la incorporación progresiva de una visión más global de la gestión del talento en las organizaciones”, desde dos puntos de vista.
El primero es “la perspectiva de la selección de los más aptos para los puestos de creciente responsabilidad y complejidad o la estimulación del perfeccionamiento que marca el perfil de carrera”; el segundo, “la necesidad de mejorar el bienestar psicosocial del personal en el desempeño de sus puestos orgánicos, su compromiso con la institución y la motivación del conjunto del personal del Ejército de Tierra a través de la alineación de los requerimientos de cada puesto con sus competencias y motivaciones específicas”.
En el texto del convenio firmado se indica que “la Psicología Militar, en su faceta organizativa, puede realizar importantes aportaciones a la gestión del talento, actuaciones que deberán estar sincronizadas con las desarrolladas en otras áreas funcionales como la promoción de la salud psicosocial o la preparación psicológica del personal para afrontar los retos del ámbito cognitivo de las operaciones”.
Y se añade que “todas esas actuaciones deben contribuir a dotarse de un personal mentalmente más fuerte y resiliente, óptimamente adaptado a los distintos puestos de la organización e integrado en equipos fuertemente cohesionados, altamente motivado y plenamente comprometido con la Institución”.
Para conseguir potenciar las actuaciones de la Psicología Militar del Ejército de Tierra, el Mando de Personal busca “disponer de un sistema de evaluación digitalizado y multipropósito que restrinja el uso de los test de lápiz y papel a aplicaciones más individualizadas”.
De nuevo, el programa se concreta en dos ámbitos: primero, “la realización periódica y masiva de cribados de salud psicosocial para poder actuar de manera proactiva y precoz antes de que se manifieste cualquier posible alteración”, y segundo, “la captación de información sobre rasgos, aptitudes, habilidades, actitudes y motivaciones de todo el personal para su explotación en la gestión del talento”.
Lo que se hará es definir, para los puestos de la estructura del Ejército de Tierra, “las competencias profesionales basadas en habilidades psicológicas, actitudes y aptitudes que sean predictoras de éxito en el desempeño de los distintos puestos de la organización”.
Es lo que se denomina “profesiograma”, que abarca desde aspectos técnicos del puesto (preparación, experiencia, desempeño) hasta competencias, personalidad y motivaciones deseables.
La idea es analizar ese perfil requerido en un puesto de la estructura de Tierra, y después compararlo con los perfiles profesionales individuales obtenidos a través de procedimientos psicométricos y el análisis de los expedientes militares de los interesados en optar a ese puesto.
Eso servirá para complementar los procesos de selección y de orientación profesional que ya viene desarrollando el Mando de Personal del Ejército de Tierra.
Todos estos datos se registrarán para generar unos informes técnicos “para uso exclusivo del personal psicológico” del Ejército de Tierra, y otros informes “más descriptivos o comprensivos para su explotación por los mandos que se determinen, siempre con el asesoramiento psicológico preciso.
Tierra aspira, a más largo plazo, a crear “un banco de ítems validados que permita generar instrumentos únicos, por aleatorización, para cualquier propósito”. Para ello se espera contar con la ayuda de la Inspección General de Sanidad de la Defensa y del Consejo General de Psicología de España.
El Mando de Personal del Ejército de Tierra y la Asociación para el Desarrollo de la Ingeniería del Conocimiento van a realizar de manera conjunta “pruebas piloto de gestión del talento centradas en la determinación de las características competenciales, motivacionales y de personalidad que sean complementarias a los perfiles técnicos de los profesiogramas, sobre la base de muestras de personal prototípico en el ejercicio de esos cometidos, que serán sometidas a la evaluación de determinadas variables, complementada con juicios de expertos”.
Para ello, evaluarán a una serie de candidatos reales en las variables estimadas como relevantes, una vez definidas las características predictoras de éxito en el desempeño de los puestos considerados, que se someterán luego a procesos experimentales de orientación profesional o selección.
Una vez que hayan concluido con éxito esas pruebas piloto, el Ejército de Tierra pretende extender este sistema: es decir, elaborará más “profesiogramas” de los puestos de su estructura, con las competencias, personalidad y motivaciones adecuadas a cada puesto.
La elaboración de esos documentos no se limitará a puestos de responsabilidad y mando: la idea es llegar a ampliar la elaboración de los profesiogramas a un mayor número de puestos, incluidos los tácticos del personal profesional de tropa.
A la vez, se potenciará el “proceso psicométrico y la recopilación de los datos profesionales disponibles, la determinación del perfil profesional tentativo del personal que esté afectado por procesos de orientación profesional o de selección para la asistencia a cursos o asignación de destinos”.
Gracias a esas dos vías, Tierra aspira a “la elaboración automatizada de los resultados obtenidos en los procesos psicométricos para la generación de informes facultativos de asesoramiento, y adaptados a cada finalidad, ya sea de orientación o de selección”.
Es decir, pretende poner en marcha un sistema que al cruzar los requisitos de un puesto en el Ejército de Tierra, con los informes psicológicos personales de los candidatos a ese puesto, permita obtener informes que orienten para elegir a la persona más adecuada, cuyas capacidades encajen mejor con el trabajo que se desempeña en ese puesto.
Si este experimento y su desarrollo tuvieran éxito, el Mando de Personal del Ejército de Tierra, a través de la Subdirección de la Carrera Militar, espera que permitan “extender el campo de actuación de la gestión de los recursos humanos a la identificación ágil y previa de potenciales candidatos para la asistencia a cursos de interés, o para la cobertura de determinados puestos con la finalidad de orientarles hacia ellos mediante la comparación entre las características personales y profesionales requeridas y la elaboración de los datos almacenados”.
Este proyecto se desarrollará durante los años 2024, 2025 y 2026.
El convenio firmado contempla que de los presupuestos del Ejército de Tierra para esos años, se destinen 65.000 euros anuales para compensar los gastos en los que eventualmente pudiera incurrir la Asociación para el Desarrollo de la Ingeniería del Conocimiento.