Los precios al consumidor en Estados Unidos se dispararon a principios de año, frustrando las esperanzas de ver una caída continua de la inflación y probablemente retrasando cualquier recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal.
El llamado Índice Básico de Precios al Consumidor, que excluye los costos de alimentos y energía, aumentó 0.4 por ciento desde diciembre, más de lo esperado y el mayor salto en ocho meses, según cifras del Gobierno de EU publicado este 13 de febrero. Respecto a un año atrás, la inflación avanzó 3.9 por ciento igual que el mes anterior.
Los economistas ven al indicador básico como un mejor ‘termómetro’ de la inflación subyacente que el IPC general. Esas medidas avanzaron 0.3 por ciento respecto a diciembre y 3.1 por ciento respecto a hace un año.
Los nuevos datos de inflación en EU reducen aún más las posibilidades, ya escasas, de que los funcionarios de la Reserva Federal comiencen a reducir las tasas de interés pronto, y cualquier reaceleración adicional podría reavivar las conversaciones para reanudar las alzas.
Algunas autoridades del Banco Central de EU han dicho que quieren ver un alivio más amplio de las presiones sobre los precios antes de recortar las tasas.
Los futuros de las acciones cayeron y los rendimientos de los bonos del Tesoro aumentaron después de la publicación. Los operadores cambiaron sus apuestas sobre un recorte de tasas en mayo a junio y redujeron las probabilidades de marzo a casi cero.
Las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales reflejaron aumentos en el precio de los alimentos, los seguros de automóviles y la atención médica. Los costos de vivienda contribuyeron a más de dos tercios del aumento general.
La semana pasada, las revisiones anuales del Oficina de Estadísticas Laborales confirmaron que la inflación retrocedió tan rápido como se informó inicialmente a fines de 2023. Pero las nuevas ponderaciones, que entrarán en vigor a partir de las cifras de enero, pondrán un mayor énfasis en los servicios y menos en los bienes, lo que, según los economistas, podría impulsar ligeramente las perspectivas para la inflación de este año.
Los precios de la vivienda, que es la categoría más grande dentro de los servicios, avanzaron 0.6 por ciento, el mayor salto en casi un año. Los economistas consideran que una moderación sostenida en esta área es clave para reducir la inflación subyacente al objetivo de la Reserva Federal.
Excluyendo la vivienda y la energía, los precios de los servicios subieron 0.8 por ciento desde diciembre, la mayor subida desde abril de 2022, según cálculos de Bloomberg. Si bien las autoridades han subrayado la importancia de considerar esa métrica al evaluar la trayectoria de la inflación del país, la calculan basándose en un índice separado.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, comentó el lunes que la expectativa del mercado era que la inflación de EU se ubicará en una tasa anual de 2.9 por ciento, algo que finalmente no ocurrió.
La especialista señaló que si el pronóstico se cumplía, eso llevaría a un debilitamiento del dólar lo que podría ayudar al peso a regresar al terreno de las 16 unidades.
El mercado está experimentando un efecto totalmente en otra dirección este martes y ve cómo el ‘billete verde’ se fortalece. Según datos de Bloomberg, la moneda mexicana ya se deprecia 0.58 por ciento, por lo que el tipo de cambio se ubica en las 17.16 unidades, 7 centavos más con respecto al cierre del lunes 12 de febrero.
