"Que todavía no se haya mostrado el luto oficial, muestra el desprecio por la situación que vive la Guardia Civil", denuncian
El pasado 31 de enero las banderas de las comisarías de la Policía Nacional ondearon a media asta por el fallecimiento de Jacques Delors, miembro del partido socialista francés y presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995. Sin embargo, cuatro días después del asesinato de dos guardias civiles en Barbate, el Gobierno no ha visto oportuno hacer lo mismo en honor de los agentes fallecidos. En concreto, el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, no ha dado instrucción alguna para que las banderas de España ondeen a media asta en todos los cuarteles de la Benemérita y comisarías de Policía.
"Que todavía no se haya mostrado el luto oficial con esta decisión es una muestra más de desprecio por la situación que vive la Guardia Civil y, más concretamente, con el problema del narcotráfico en la provincia de Cádiz", denuncian desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que ha subrayado el malestar e "indignación" de los agentes.
Una consideración a la que se ha unido el sindicato policial JUPOL, que ha solicitado la declaración de luto oficial en las dependencias policiales y que las banderas en todas las comisarías ondeen a media hasta. A su juicio, esto es una muestra más del "desprecio y abandono continuado" que sufren los policías y guardias civiles por parte de un Gobierno que "ni siquiera ha sido capaz de aprobar un gesto de luto en honor y recuerdo" de estos agentes que perdieron la vida
Una decisión incomprensible, en opinión de este sindicato, si tenemos en cuenta que se ha hecho en otras ocasiones, que nada tienen que ver con las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, en clara alusión a la muerte de Jacques Delors. Moncloa justificó esta decisión como una muestra de gratitud y reconocimiento a "uno de los grandes arquitectos de la integración europea, que jugó un papel esencial en la adhesión de España y Portugal a la Unión Europea, que se realizó en 1986".
Un argumento que bien podría aplicarse a los dos guardias civiles que dieron la vida por su país. Sin embargo, desde el sindicato policial consideran que la decisión de no ondear a media asta las banderas obedece "solo a criterios políticos, que buscan ocultar el problema real del narcotráfico en Cádiz". Su objetivo es, alegan, "seguir negando la Zona de Especial Singularidad para esta provincia" y así "no reconocer a la Policía Nacional y a la Guardia Civil como profesión de riesgo".
Por todo ello, tanto la AUGC como el sindicato JUPOL exigen que se asuman responsabilidades políticas de primer orden, o lo que es lo mismo, la dimisión o el cese de Marlaska. De momento y, ante la ausencia de una orden general de Interior, cada comandancia y cada comisaría está rindiendo tributo a Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo, los dos agentes asesinados mientras cumplían con su trabajo.
Mientras, ayuntamientos de toda España, así como edificios oficiales de todo el país lucen en sus fachadas la bandera a media asta en señal de luto y homenaje a los fallecidos.