El máximo responsable de la empresa alemana de armamento Rheinmetall, Armin Papperger, ha enviado un mensaje a los políticos europeos con un llamamiento a tomarse más en serio la seguridad del Viejo Continente ante una posible agresión rusa: "Muchas personas aún no han comprendido lo problemática que es la situación de seguridad y lo poco preparado que está actualmente el país", dijo en referencia Alemania, donde el gobierno del canciller Olaf Scholz prometió hace un año un plan de defensa para gastar 100.000 millones de euros en la compra de nuevo material con el objetivo de reforzar los debilitados arsenales del país. No es un caso solo de Alemania. Papperger advirtió de que los arsenales de Europa están "vacíos" de munición y que se necesitarán diez años para que se recuperen y Europa pueda "defenderse".
Según la visión de Papperger, el mayor cuello de botella actualmente está en la pólvora existente y la que se necesita para las cargas propulsoras de los proyectiles de artillería. La poca cantidad de pólvora que se ha producido en los últimos años, según la empresa Rheinmetall, sumado a las transferencias para abastecer a Ucrania han hecho que la compañía esté actualmente duplicando y triplicando sus capacidades. "Por eso, en Alemania y España vamos a aumentar la producción pasando de 1.500 toneladas de pólvora en cada país a unas 3.000 toneladas de pólvora al año". Adicionalmente, el año que viene se construirá una planta de pólvora en Rumanía donde Rheinmetall prevé fabricar "1.500 toneladas al año también allí". Todo ello sumaría "hasta 11.000 toneladas de pólvora al año, capacidad suficiente para poder abastecer a Europa", dijo el directivo en declaraciones recogidas por la prensa local.
Tras el envío de armas a Ucrania durante dos años de guerra, los cálculos del primer directivo de Rheinmetall son los siguientes: "Tenemos que producir 1,5 millones de cartuchos en Europa" para seguir ayudando a Kiev: "Mientras tengamos guerra ayudaremos a Ucrania, pero después necesitaremos cinco años como mínimo y diez años para llenar de verdad las reservas" de munición. Antes del ataque ruso a Ucrania hace casi dos años, la compañía armamentista sólo producía un total de 70.000 proyectiles de artillería al año en Alemania, España, Sudáfrica y Australia, afirmó un portavoz de la empresa a medios locales. Ahora son 400.000 y el año que viene deberían ser 700.000.
"Estaremos bien en tres o cuatro años, pero para estar verdaderamente preparados necesitaremos diez años", ha afirmado Papperger este lunes durante la inauguración de una fábrica militar en Baja Sajonia, donde el gigante armamentístico quiere aumentar la producción de munición de artillería, explosivos y artillería tras una inversión de 300 millones de euros. En esta futura planta está prevista la producción de al menos 200.000 cartuchos de munición de artillería anuales a partir de 2025. En la inauguración han estado también el canciller Olaf Scholz, el ministro de Defensa Boris Pistorius y la primera ministra danesa Mette Frederiksen.
El jefe de Rheinmetall explicó que las nuevas inversiones de la compañía ayudarán a la Bundeswehr (ejército alemán) a llenar los almacenes ahora vacíos y contribuirán a independizar al país de los suministros desde el extranjero. "Hacemos esto por la responsabilidad y la voluntad de contribuir de manera significativa a la capacidad de defensa de nuestro país y de nuestros socios de la OTAN con nuestras tecnologías", remarcó.
Según el directivo, no solo en Ucrania se necesitan urgentemente municiones sino también en numerosos países de la OTAN. En declaraciones al medio alemán Handelsblatt, Papperger confirmó las previsiones: "Estamos en el proceso de duplicar o incluso triplicar nuestras capacidades de pólvora para las cargas propulsoras de proyectiles de artillería". Según sus cálculos, Rheinmetall producirá cantidades suficientes el próximo año para poder abastecer a Europa. "En total queremos producir hasta 700.000 proyectiles de artillería al año hasta 2025".
Papperger aseguró Europa todavía necesita a Estados Unidos a su lado e insistió en lo mal preparada que está Alemania para un ataque ruso. En enero pasado, la prensa alemana publicó la existencia de un plan elaborado desde la OTAN para preparar la estrategia ante un posible ataque de Rusia en un futuro. La preocupación en las principales cancillerías europeas ha aumentado tras la polémica declaración de Donald Trump animando a Rusia "a hacer lo que demonios quiera" con los países europeos que no gastan un 2% en defensa, como pide la Alianza Atlántica a todos sus miembros.
Tras el inicio de la guerra de Ucrania, Alemania tomó medidas para dejar de ser un país de segundo nivel en cuanto a gasto militar y que confía toda su defensa a la OTAN y Estados Unidos. Para ello Scholz anunció el año pasado el compromiso de su gobierno de aumentar el presupuesto militar por encima del 2% del PIB de forma sostenida en el tiempo. El objetivo, en palabras del ministro de Defensa, Boris Pistorius, es hacer de Alemania la "columna vertebral" de la defensa europea después de décadas de falta de inversión, unos años en los que el ejército alemán se centró en misiones internacionales y la ayuda humanitaria por encima de la defensa nacional, según ha reconocido Pistorius.
Los sucesivos gobiernos alemanes desde el año 2000 hasta ahora han gastado en defensa entre el 1,1% y el 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB). Durante la Guerra Fría, ese mismo concepto suponía entre el 3% y el 4%. La OTAN pide a todos sus miembros llegar al umbral del 2% en los próximos años.