La feria de Valdemorillo la abrió una novillada de La Cercada, en la que Samuel Navalón abrió la primera puerta de la Candelaria. Y también de la temporada, que acaba de quedar inaugurada. El primero de la tarde, que correspondía a Ismael Martín, empujó en el caballo de forma más bravucona que otra cosa, porque, desde antes de entrar al castigo ya estaba con la lengua fuera y manseado. Puso las banderillas el propio novillero, donde destacó el segundo par, aunque alargó en exceso el tercio, dadas las condiciones de su oponente. Pese a los intentos voluntariosos para sacárselo a los medios, la voluntad del toro fue corretear pegado a las tablas, derrochando mansedumbre de principio a fin, mientras e...
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