En 16 de agosto de 1965, el artista italiano Giovanni Anselmo (Borgofranco d'Ivrea, 1934-Turín, 2023) subió a la cima del volcán Estrómboli (Sicilia) y, al igual que le ocurrió a Edvard Munch –en la colina Ekeberg, desde la cual se ve el fiordo de Oslo, tuvo una revelación casi divina que dio origen a su celebérrimo 'Grito'–, él también tuvo una revelación que cambió para siempre su concepción de obra de arte: las pinturas y dibujos dejaron paso a sus 'artefactos'. Tomó conciencia de ser parte de un cosmos en el que todo es energía en constante transformación. Al amanecer, los primeros rayos del sol disolvieron su sombra en el cielo. La sombra se proyecta en el suelo, delante o...
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