La montaña rusa del éxito, con sus subidas y bajadas, sus vorágines, sus presiones y sus responsabilidades extramusicales, le pilló a Sandra Delaporte con veintipocos años. Con el añadido de pertenecer a la escena electrónica, donde las explosiones de adrenalina son más intensas, era cuestión de tiempo que una chica como ella, sensible y cogitabunda, empezara a notar sensaciones contradictorias. Ya en su anterior disco, 'Las montañas', expresó su creciente anhelo de alejarse de todo. Y dicho y hecho: la cantante hizo después un viaje en solitario por Asia Menor para reencontrarse consigo misma, y al volver a España decidió mudarse a un bucólico pueblecito de los Pirineos, donde compuso el nuevo álbum 'Aquí y ahora' a distancia con su socio, el italiano Sergio Salvi. Noticia Relacionada estandar No Mad Cool 2023: horarios confirmados, escenarios y cartel por días M. O Uno de los festivales más famosos de España llega, un año más, con una propuesta cargada de artistas internacionales y nacionales «Nos ha salido el disco más visceral de nuestra carrera», explica la artista minutos antes de echarse a la carretera para viajar a Madrid y presentar su nueva obra en La Riviera. «Es un disco más de tripas que de cerebro, por decirlo así. En lo musical tiene mucho de las raves a las que había estado yendo últimamente, y en cuanto a letras, se ha quedado lo que ha salido de forma natural, sin querer adornar, sin creerme Shakespeare. Los músicos siempre estamos con la preocupación de si esto gustará, si no, si funcionará bien aquí o allá... Creo que a veces dejamos que haya demasiada mente en nuestro trabajo, y no dejamos que mande la víscera. En este disco hemos hecho lo contrario». Su decisión de romper con todo llegó después de una fase de ansiedad en la que se enfrentaron dos necesidades, «la de honrarme, cuidarme, y la de seguir en la rueda del ego, del reconocimiento, del gustar a la gente y seguir haciendo cosas y más cosas para mantenerme ahí», explica. «Me di cuenta de que si eso me generaba ansiedad, por ahí no podía seguir. Es como los juegos de laberintos. Cuando te encuentras un muro, tienes que dar la vuelta y buscar otro camino». Durante ese tiempo de reflexión aislada del mundo, Sandra miró cara a cara a la soledad, la abrazó y se sumergió en un proceso introspectivo en el que escuchó un grito de libertad que le dijo que «la valía de las personas no tiene nada que ver con la fama». Y a partir de ese momento «empezaron a brotar letras que tenían algo que aportar al mundo, que las sentía como muy reales», relata la artista madrileña. madrid_dia_0703 'Madrid al día' ¿Quieres recibir de martes a viernes en tu mail la información más destacada de la Comunidad de Madrid? Apúntate aquí NO Sandra asegura que nunca sintió miedo de seguir sintiendo ansiedad viajando sola por lugares tan remotos como Kazajistán , porque «cuando te alejas de las cosas que te están haciendo daño y te enfrentas a la soledad con coraje, te das cuenta de que si la ansiedad te pilla lejos es casi mejor, porque nada ni nadie te va a influenciar y sólo puedes salir de ahí escuchándote a ti misma, que en realidad es la única forma de superar ese tipo de situaciones». MÁS INFORMACIÓN Delaporte triunfan en la gala de los Premios MIN de la Música Independiente De toda esa experiencia está empapada 'Aquí y ahora', una colección de canciones que brillará en una gira que le servirá a Sandra para gastar las pilas que ha cargado hasta los topes en los Pirineos. «Puede sonar raro, pero es mi forma de verlo», bromea la cantante. «La gente cree que es un contraste muy bestia pasar de la tranquilidad de las montañas a la euforia de los conciertos, pero para mí son dos formas de vida que se complementan muy bien. El pueblo en los Pirineos es maravilloso y tengo una relación con su gente que me gusta mucho, pero no puedo estar allí siempre. Igual que en Madrid».
