Nakano Takeko es una de las protagonistas del libro ‘Malas y cabronas’ de Javier Sanz, editado por Pinolia.
La palabra samurái nos suele traer a la cabeza la imagen de guerreros nobles en el Japón feudal, leales a sus señores, armados con una catana que los hacía rivales temibles y a los que, también hay que decirlo, les envuelve bastante leyenda y mito. Por si alguien lo dudaba: sí, también hubo mujeres guerreras en el Japón feudal. Una de ellas fue Nakano Takeko, la última onna bugeisha, y para comprender su historia es necesario sumergirse en el contexto de la Restauración Meiji en 1868, un periodo de profundos cambios que marcó el fin del shogunato Tokugawa y la transición hacia una era moderna en Japón.]]>