La sopa fría de tomate, también conocida como gazpacho, es un plato tradicional español que se remonta a la época romana. Originalmente, era una comida humilde hecha con pan duro, ajo, aceite de oliva y vinagre. Con el tiempo, la receta se ha ido perfeccionando y hoy en día es un plato popular en todo […]
La sopa fría de tomate, también conocida como gazpacho, es un plato tradicional español que se remonta a la época romana. Originalmente, era una comida humilde hecha con pan duro, ajo, aceite de oliva y vinagre. Con el tiempo, la receta se ha ido perfeccionando y hoy en día es un plato popular en todo el mundo, especialmente durante el verano.
Excelente fuente de antioxidantes, que incluyen licopeno, flavonoides y vitaminas C y E, entre muchos otros, como constata un estudio publicado en ‘Molecular Nutrition Food Research’.
La acción antioxidante de la vitamina C y los flavonoides presentes en la sopa fría de tomate no solo te protegen del cáncer, sino que también ayudan a prevenir la diabetes tipo 2 y te protegen contra el deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer.
Su contenido en potasio regula la presión arterial y te ayuda a mantener un corazón sano. Además, su bajo contenido en calorías y grasas la convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener un peso saludable y cuidar su figura.
Es baja en calorías y grasas, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener una dieta saludable.
Es muy refrescante y hidratante, perfecta para los días calurosos. Además es versátil y puedes añadirle otros ingredientes para darle mas texturas, como tomates secos, crutons de pan, pedacitos de polenta tostados, rucula y/o perejil picados, etc.
1 kg de tomates maduros. Intenta realmente que sean tomates orgánicos para que no contengan agrotóxicos o qu
1 pepino
1 pimientos rojo grande
1 cebolla
1 diente de ajo
1 pizca de bicarbonato de sodio
50 ml de vinagre de Jerez
100 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto
Lavar bien los tomates y el resto de las verduras.
Pelar los tomates y trocearlos.
Pelar el pepino y el morrón (pimiento) rojo, y eliminar las semillas.
Picar la cebolla y el ajo.
Poner todos los ingredientes en una licuadora o procesador de alimentos y triturar hasta obtener una crema fina.
Añadir el vinagre, el aceite de oliva, la sal y la pimienta al gusto.
Mezclar bien y refrigerar durante al menos 2 horas antes de servir.
La principal clave es dejarla reposar toda la noche.
Puedes añadir otros ingredientes a tu gusto, como pan duro remojado, hierbas frescas (como albahaca o cilantro), o especias (como comino o pimentón).
Si quieres una sopa más espesa, puedes añadir un poco de pan rallado o miga de pan. O puedes acompañarla con unas rodajas de pan tostado. También puedes servir la sopa fría de tomate con crutones, huevo duro picado, jamón serrano o queso fresco.
La sopa fría de tomate es una receta fácil, económica y deliciosa que te encantará. Es perfecta para el verano y te ayudará a mantenerte hidratado y saludable. ¡No te pierdas de probarla!