José Manuel Lomas Espadas, el anciano de 80 años que mató a tiros a un ladrón dentro de su finca en Ciudad Real la madrugada del 1 de agosto de 2021 , se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial el 8 de abril. Ese lunes comenzará su juicio, que se prolongará en principio hasta el jueves. Durante esos cuatros días, un tribunal popular escuchará a José Manuel, testigos, peritos y forenses, además de analizar el abundante material sobre el caso que estará a su disposición. Con todo, deberá determinar si fue un delito de asesinato, como propone la acusación particular; de homicidio, como pide el Ministerio Público, o si disparó para salvaguardar su vida y bajo un miedo insuperable, según la defensa, que solicita la eximente de legítima defensa. Los hechos que se juzgarán se desencadenaron sobre las dos de la madrugada del primer día de agosto dentro de la finca Valdelobos , propiedad de José Manuel y situada en la carretera de la Atalaya, número 60, de Ciudad Real capital. A sus 77 años, contaba con el permiso legal y guía de pertenencia para las armas que guardaba en su casa de campo, entre ellas cuatro escopetas, un rifle y diversa munición. Según la tesis del Ministerio Público, José Manuel se despertó sobresaltado por ruidos y cogió una de las escopetas. Salió de su dormitorio y fue al corralón de la finca en las proximidades del portón de entrada. A unos 15 metros, en un cuarto de herramientas, vio a Nelson David Ramírez Carrasco, un hondureño de 35 años con múltiples antecedentes penales por delitos patrimoniales. Tenía en sus manos una motosierra apagada, propiedad de José Manuel, con la intención de robarla. Pero el anciano apuntó con su escopeta y, «sin previo aviso», le disparó a una distancia de 5 metros. Nelson se había agachado «en actitud defensiva, sin esgrimir en ningún momento la motosierra», según la Fiscalía. La detonación alcanzó a Nelson a la altura de su hombro izquierdo, produciéndole heridas mortales. Pero no fue el único disparo que recibió. José Manuel continuó caminando hacia él y, cuando estaba a cuatro metros, le descerrajó un segundo tiro por la espalda. Luego regresó a su habitación y cargó la escopeta con otros dos cartuchos. Se dirigió de nuevo al lugar donde Nelson ya estaba muerto y le disparó por tercera vez. La acusación particular, representada por el abogado Alfredo Arrién, apunta que José Manuel ya avisó el día antes a Nelson, a quien encontró dentro de su cocina. Según el letrado de la familia del fallecido, el procesado lo amenazó con que acabaría con su vida si regresaba. «Se tumbó en la cama de su dormitorio, donde dejó cargada la escopeta con la intención de matar a Nelson», sostiene Arrién, quien pide una condena de 25 años de prisión y una indemnización global de 236.000 euros para cinco familiares del finado (sus padres y tres hermanos). Porque «Nelson no tuvo posibilidad de defensa alguna», asegura. Noticia Relacionada estandar No Juan, el cazador que mató a su hermano de manera accidental, en libertad a la espera de declarar en el juzgado Manuel Moreno Acompañados de un familiar, contaban con todos los permisos necesarios para abatir jabalíes de noche en una finca de Los Navalucillos. La Guardia Civil le atribuye un homicidio imprudente La defensa, ejercida por Juan Manuel Lumbreras, describe a Nelson como un hombre con formación militar y violento, además de aludir a su amplio historial delictivo. Y afirma que el procesado requirió al ladrón que se fuera, pero éste tuvo u na actitud «agresiva y desafiante» hacia José Manuel, quien se encontró «acorralado» entre Nelson y la salida, según el letrado. Por eso los disparos fueron para «salvaguardar su vida y bajo un miedo insuperable». El jurado popular deberá decidir si el anciano tenía íntegras sus capacidades para entender lo que hacía (cognitivas) y controlar sus actos (volitivas). Y deberá apreciar si existió la agravante de alevosía; la atenuante de confesión (llamó a la Policía Nacional para contar lo que había sucedido) o la eximente de legítima defensa de José Manuel, quien aguarda en libertad la llegada de su juicio.
