La presentación del proyecto de ley que legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo en Grecia y que fue presentado por Kyriakos Mitsotakis hace escasas dos semanas, ha provocado una sacudida sin precedentes en el panorama político, social y religioso del país. El proyecto de ley recoge la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción, pero deja fuera a las parejas homosexuales de los tratamientos de reproducción asistida y de gestación subrogada. Tras el anuncio de la legalización, el político conservador tuvo que hacer frente a las fuertes críticas del ala más conservadora de su partido. A pesar de que en un primer momento fueron decenas los diputados conservadores los que rechazaron tajantemente el proyecto, el debate de la última semana ha conseguido convencer a parte del grupo parlamentario díscolo de Nueva Democracia. Según los medios locales, en este momento Mitsotakis contaría con los votos a favor de 94 diputados, 22 en contra, 9 abstenciones y 33 indecisos que han manifestado que votarán a favor o se abstendrán, pero que en ningún caso, votarán en contra. Por su parte, los 22 diputados que se oponen al proyecto forman parte de la denominada «facción Karamanlís», la más recalcitrante del partido y que está encabezada por el exprimer ministro Andonis Samarás. La Constitución griega establece que el estado griego es confesional y la religión ortodoxa griega es el credo oficial del país. Desde la constitución del estado griego moderno, la iglesia ha jugado siempre un papel relevante en asuntos educativos, sociales y morales, además, es una de las mayores propietarias de bienes raíces en Grecia. Noticias Relacionadas estandar No Camila Sosa: «Las travestis latinoamericanas existimos desde antes que llegaran los españoles a estas tierras» Bruno Pardo Porto estandar Si Choque frontal de Ayuso con la izquierda de Madrid por tocar las leyes Trans y LGTBI: «Tendrán las manos manchadas de sangre» Mariano Calleja Sin embargo, la noticia del proyecto de ley para la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo ha levantado fuertes críticas entre la jerarquía eclesiástica griega, que se opone a su aprobación porque considera que supone la privación a los hijos de la «posibilidad de tener la presencia establecida y la participación viva del padre y de la madre», al mismo tiempo que «no satisface el derecho de los niños a tener un padre y una madre». El Ejecutivo conservador de Mitsotakis escuchó las quejas de la iglesia a la que recordó que el «estado legisla y no colegisla como ha ocurrido en numerosas ocasiones en el pasado». «La Iglesia griega no está de acuerdo con la cremación. No le pido a la iglesia que oficie durante el proceso de cremación. Así como tampoco le estoy pidiendo que celebre una boda religiosa entre personas del mismo sexo. No pido a la Iglesia cosas que sé que la Iglesia no puede hacer», afirmó Mitsotakis. «En nuestro país, las cuestiones de derechos no se resuelven mediante referendos. La opinión del pueblo griego se expresa en las elecciones nacionales. Nuestro programa fue aprobado por una gran mayoría, y en él estaba la agenda de derechos LGBT+, por lo que este proyecto de ley específico es también un compromiso preelectoral», contestó el portavoz del Gobierno, Pavlos Marinakis a la propuesta del arzobispo Jerónimo sobre la realización de un referéndum sobre el derecho al matrimonio y a la maternidad de las parejas del mismo sexo. «La iglesia tiene derecho a expresar su opinión pero existe poder ejecutivo en Grecia y son los miembros del Parlamento quienes han de aprobar o rechazar esta propuesta», añadió Marikakis. Reuniones populares En cuanto al argumento de que los niños no crecerán con las figuras paternas y maternas, el Ejecutivo de Mitsotakis ha hecho hincapié en que «actualmente, muchos niños crecen con dos madres y dos padres, y eso no significa que dos hombres o una pareja heterosexual sean a priori inadecuados» y recordó que desde el 1946 la ley griega permite a un hombre y una mujer adoptar un niño solos, celebrar un acuerdo de convivencia con una persona del mismo sexo y criarlo juntos, «pero los derechos del menor no han sido regulados y el niño puede terminar en una institución». Además recalcó que, con la entrada de la ley, en los procesos de adopción «se comprobará si ambos candidatos a la adopción son aptos, mientras que ahora sólo se comprueba realmente si uno de los dos lo es». Por otro lado, varios sectores de la iglesia griega están pidiendo la celebración de reuniones populares en contra del matrimonio de parejas del mismo sexo. Este martes, durante la reunión del Santo Sínodo, se decidirá si se prohibirán o no las concentraciones de protesta y se redactará un documento que incluirá la posición de la iglesia. El texto será remitido a los 300 diputados y leído en todas las iglesias del país el próximo domingo 28 de enero. Partidos en contra Todos los partidos a la derecha de Nueva Democracia (Solución Griega, Espartanos y Niki), votarán en contra de la ley. «El matrimonio homosexual supone la abolición inmediata de la paternidad-maternidad. Conduce con precisión matemática al padre 1 y 2», expresó Dimitris Kuchumbas, secretario general del partido comunista griego (KKE por sus siglas en griego) durante su intervención en el Parlamento. Los 21 diputados comunistas han decidido que votarán en bloque contra la legalización del matrimonio homosexual. Por su parte, algunos diputados del partido socialista Pasok-Kinal (con 32 escaños en total) y de la coalición de izquierda radical Syriza (partido de la oposición con 36 escaños) han anunciado que votarán en contra del proyecto de ley. El anuncio de la obligatoriedad de apoyar la ley por parte del secretario general de Syriza, Stéfanos Kaselakis, creó un profundo malestar entre las bases del partido, que decidieron reunirse el pasado fin de semana en la isla de Spetses para decidir, entre otras cuestiones, si la disciplina de partido se aplicará durante la votación de la ley. Durante los próximos días, las bases del partido socialista se reunirán para decidir qué postura tomarán al respecto. Los únicos partidos que apoyarán la ley son Nueva Izquierda (11 escaños), partido que surgió el pasado otoño de una escisión de Syriza, y Travesía a la Libertad (6 escaños). Difícil equilibrio Desde que fue nombrado primer ministro en el año 2019, Kyriakos Mitsotakis ha conseguido mantener un armonioso equilibrio entre las fuerzas más progresistas y las más conservadoras de Nueva Democracia, con el nombramiento de miembros del ala más radical del partido (muchos de ellos exmiembros de partidos de extrema derecha y ultranacionalistas) en carteras ministeriales y otros puestos de responsabilidad. A pesar de que la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo ha ahondado las diferencias históricas en el seno de la formación conservadora, sin embargo, por primera vez Mitsotakis está dispuesto a romper ese equilibrio y arriesgar la campaña electoral europea en aras de sacar adelante una de sus promesas preelectorales más polémicas. «La sociedad está evolucionando, avanzando en una sociedad inclusiva no pueden existir excepciones en los derechos, especialmente cuando se trata de niños», declaró Katerina Sakelaropulu, presidenta de la República Helénica, para manifestar su apoyo a la propuesta planteada por Mitsotakis. Habrá que esperar a ver si la nueva postura de Mitsotakis supone un giro de Nueva Democracia hacia posturas más neoliberales y a una reforma constitucional que introduzca la separación Iglesia-Estado.