Los tiempos cambiaron. Y esa tradición de padres y abuelos de permanecer en un trabajo toda la vida no corre más. Los denominados centennials tienen un promedio que va de los 6 a 8 meses en cada empleo. Ahora, ¿cuál es la manera correcta y el momento oportuno para renunciar a un trabajo?
Por: Clarín
Existen diferentes señales que pueden marcar el momento para generar un cambio de aire en el empleo.
Falta de pasión
A veces uno puede aceptar un empleo por necesidad, aunque en otras ocasiones puede ser movilizado por la vocación. El tiempo, la falta de oportunidades y la rutina pueden llevar a que, aquello que antes apasionaba, se vuelva cuesta arriba. Ese puede ser un signo de que hay que cambiar de trabajo.
Linkedin, la red social especializada en empleos, cita al ex CEO de Paramount Pictures, Sherry Lansing, para ejemplificar esta situación:
“Sabes que ya lo hiciste y sabes a ciencia cierta cómo seguir haciéndolo cada día, y eso te tranquiliza… pero cuando comienzas a repetirte, los éxitos no son tan reconfortantes ni los fracasos tan aleccionadores y comienzas a perder la pasión por lo que haces”
Aumenta el trabajo pero no el salario
Después de un tiempo, cuando tu esfuerzo y responsabilidad no son recompensados de ninguna manera, puede ser una buena señal para empezar a pensar en un cambio.
Malas relaciones laborales
La competencia con los compañeros puede generar un mal ambiente laboral. Pero también las promesas incumplidas de un jefe, un cambio de puesto o el ascenso que no llega.
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