Josué Mitchell, futbolista que impulsó al Pérez Zeledón ante el Saprissa, vivió un diciembre intenso, ya que el 16 de ese mes se casó, pero también afrontó un cierre de año entre la incertidumbre de su futuro laboral hasta que decidió sacar $2000 de su bolsa para conseguir su libertad.
Josué había firmado con el conjunto de Quepos Cambute, de la Liga de Ascenso, por seis meses; no obstante, quince días después recibió una llamada del Municipal de Pérez Zeledón que cambió todos sus planes.
El artillero de 34 años empezó a moverse, porque la ilusión de volver a la máxima categoría lo envolvió. De esta forma, decidió hablar con los generaleños para conocer cuáles eran las intenciones. En ‘PZ’ le fueron claros: lo querían como jugador, sin embargo, no tenían presupuesto para comprar su ficha.
Ante esto, tuvo una conversación con su esposa, Katherine Baldí, quien le dijo que si su sueño era regresar a la Primera División, la opción era liberarse por los propios medios. De esta forma, decidieron entre ambos utilizar un dinero que estaba destinado a algo muy especial.
La familia utilizó $2.000 que tenía ahorrados para costear su ‘luna de miel’ y así conseguir que el jugador quedará sin compromiso alguno con Quepos.
“En Cambute no querían dejarme ir, Pérez no quiso meterse ahí en una negociación. Al final, con mi esposa decidimos que les daríamos $2000 para salir. Luego tuvimos una semana de negociación, pero al final me dijeron que si podía dar $3000 en conjunto con Pérez, pero Pérez no quería entrar en eso”, recordó Mitchell.
Ante esto, el jugador un día se sintió muy molesto con la dirigencia de Cambute y se rehusó a entrenar.
“Yo tengo 34 años, volver a la Primera División era algo bueno. En un entrenamiento yo estaba indispuesto y no entrené. Después de eso fue que comenzamos a ver la luz”, agregó.
Luego de la situación incómoda, se dio una fuerte discusión entre Mitchell y la dirigencia de Quepos, sin embargo, en el club aceptaron la salida de Josué.
Ahora, la celebración frente a Saprissa llenó de motivación al artillero de 34 años, quien asegura que ya todo valió la pena.
Pérez Zeledón frena en seco al Saprissa que pretendía ser récord
“Fue un premio, en Pérez yo me siento en casa porque ahí yo salí campeón. Cuando hago el gol me dieron ganas de llorar, porque solo Dios y mi familia saben lo que tuve que hacer”, destacó.
En la jugada, Josué dejó perdida la marca de Pablo Arboine, luego le ganó el salto a Kliver Gómez y enloqueció el estadio Municipal de Pérez Zeledón.
“Es un movimiento de un ‘9′, también la hacía mucho con mi excompañero Lauro Cazal. Donde yo veo que la bola va a sobrar, entonces me abro y consigo rematar para bañar a Chamorro”, describió.
Josué espera volver a ahorrar para disfrutar de su luna de miel. De momento, es claro en que no se arrepienten de usar el dinero que estaba destinado para ello con tal de volver a ser jugador de Primera División.