Pakistán denunció que ha sido el blanco de un ataque con misiles de Irán dirigido contra el grupo Jaish al Adl que estaría detrás de un atentado ocurrido en diciembre en la ciudad iraní de Rask. De esta manera, son tres los países -Irak, Siria y Pakistán- que han sido alcanzados por cohetes de Teherán en las últimas horas. Los analistas atribuyen esta exhibición de fuerza a la necesidad de los ayatolás de mostrar a su población que son capaces de reaccionar ante el doble atentado de Kermán a principios de año. Sin embargo, la región está demasiado tensa e inestable y esta reacción, en tres direcciones distintas por parte de un país que busca el arma nuclear con denuedo, pueden desembocar en una escalada peligrosa. Irán es un país que, para evitar que su territorio se vea amenazado, acostumbra a luchar mediante aliados (Hizbolá, hutíes, etc.) a distancia en distintos escenarios de la región, pero en los últimos meses ha comprobado que su activismo tiene un precio, como se ha visto en Kermán.
