El Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) llegarán debilitadas en su capacidad de operación y sin cohesión interna a las próximas lecciones, de acuerdo con Citibanamex. Estas instituciones son esenciales para garantizar competencia equitativa y voto libre, así como para enfrentar los retos potenciales de escenarios de resultados cerrados.Sin embargo, de acuerdo con un análisis realizado por la firma financiera, en los últimos años, por diversas razones, las dos autoridades electorales nacionales perdieron cohesión y fortaleza desde que el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, perdió la elección presidencial de 2006 por medio punto porcentual y acusó al INE de actuar de manera partisana para desconocer su triunfo.Tras su victoria en 2018, Andrés Manuel López Obrador y su partido recibieron por parte del INE numerosas llamadas de atención por violentar las reglas electorales que, por cierto, ellos mismos promovieron después de su derrota en 2006. Por ejemplo, la censura a los ataques presidenciales a la oposición en las mañaneras; anuló candidaturas de morenistas por no reportar gastos y validó como delitos electorales conductas de Delfina Gómez como alcalde. “Esa tensión derivó en el empeño gubernamental por minar la imagen y las capacidades de operación del INE y a pesar de que los electores son críticos sobre el sistema electoral, la confianza en INE y Trife se mantiene”, resalto el grupo financiero. Señaló que para el próximo proceso electoral el Trife llegará “escindido y débil, después de que los magistrados José Luis Vargas e Indalfer Infante completaron su encargo el pasado 31 de octubre y el Senado no considerara prioritario el tema de nombrar a sus suplentes, y postergarán la definición de relevos. Por lo que una vez más la mayoría encabezada por Morena en el Senado omitirá realizar el relevo de vacantes en un órgano colegiado que quedará, así, debilitado, como ya ocurrió con otros.Ante tal panorama, el grupo financiero señaló que si el Senado no autoriza el nombramiento de los dos magistrados que faltan, el Trife llegará a la elección en esas condiciones precarias.Además recordó que el INE llegará a la elección de junio bajo la amenaza de una reforma inconstitucional que pretendía desmantelarlo. A pesar de que durante los primeros cuatro años del sexenio, el Instituto “resistió” los ataques discursivos del gobierno, pero el enfrentamiento público entre el Presiente y el entonces consejero presidente, Lorenzo Córdova escaló en la segunda mitad del sexenio. Además enfrentó una reforma a las Leyes Electorales Secundarias quepropusieron el desmantelamiento del instituto y el regreso de la función electoral a la Secretaría de Gobernación, pero la Corte suspendió sus efectos.“Todo ello coloca al instituto en condiciones de debilidad institucional y operativa. El primer desafío a su autoridad se observó en el prematuro arranque de los procesos primarios de las dos coaliciones que competirán por la presidencia a sabiendas de que contravenían la ley electoral vigente”.Sin embargo ambas coaliciones detonaron procesos nacionales de competencia por la nominación presidencial y ello involucró recursos y actividades que el INE no pudo fiscalizar. “Ni el INE ni el Trife lograron articular acuerdos para detener ese arranque irregularmente temprano de la competencia, que habrá generado ventajas inequitativas para algunos actores”, comentó.GSMM