El Gobierno ha vuelto a la carga con su particular campaña para reducir la dependencia española del mercado de gas ruso. Ha vuelto a ser la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la que ha vuelto a reclamar a las energéticas españolas a que diversifiquen las fuentes de suministro de gas natural licuado (GNL) y prescindan de firmar nuevos contratos de importación gas licuado ruso (GNL) en territorio español.
Esta petición llega 24 horas después de conocerse que las importaciones de gas natural a España procedente de Rusia alcanzaron en 2023 la cifra récord de 72.690 gigavatios hora (GWh), disparándose un 35% más con respecto al ejercicio precedente, en el que estalló la guerra de Ucrania. Así, la llegada de GNL en barcos metaneros procedentes de los puertos rusos fue incrementándose a lo largo de todo el año pasado hasta superar el récord alcanzado en 2022, cuando las importaciones ya ascendieron a 53.859 GWh. La mayoría de este gas procede de contratos a largo plazo con Yamal LNG, un consorcio liderado por la empresa privada rusa Novatek y en cuyo accionariado hay capital europeo y de otros países.
De este modo, y según datos del último boletín estadístico de Enagás, Rusia se ha consolidado como el tercer principal suministrador de gas natural a España, representando el 18,3% del total -un 6,2% más que en el anterior ejercicio-. Estas cifras históricas se han alcanzado porque el gas natural no está incluido dentro de los vetos adoptados por la UE contra Rusia y porque el precio de venta se ha rebajado durante los dos últimos años.
Por ello, Ribera sólo puede solicitar amistosamente a las compañías que reduzcan sus compras, ya que las normas de comercio exterior que se adoptan en el ámbito europeo no otorgan ninguna base jurídica para impedir la importación de GNL, al no haberse cerrado ningún acuerdo por parte del Consejo Europeo que incluya entre las actividades sancionadas y prohibidas adoptadas con Rusia por la invasión de Ucrania el fin del comercio de GNL ruso.
Por ello, y pese a la carta enviada a las compañías y "las reiteradas conversaciones con los principales importadores de GNL que operan en España, pidiéndoles que no firmen nuevos contratos, que no incrementen la presencia de GNL ruso en nuestro territorio", la ministra ha reconocido en un encuentro en Nueva Economía Fórum su incapacidad para imponer sanciones o prohibiciones por parte del Gobierno.
En su momento, Repsol, Axpo y Enágas ya comunicaron a la ministra que habían prescindido de importar gas ruso.
Por otro lado, Ribera ha advertido de que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) es una medida que "en algún momento habrá que recuperar", aunque reconoció que "no parece que sea todavía el momento de activarlo con inmediatez" por el clima de incertidumbre existente. La creación del denominado 'fondo verde', duramente criticado por el sector petrolero o el gasista, entre otros, fue lanzado por el Gobierno en 2020 con el objetivo de articular una herramienta con la que trasladar del sistema eléctrico al conjunto de los usos energéticos el coste de los cerca de 7.000 millones de euros anuales asociado a las primas e incentivos a las renovables. No obstante, el fondo vio aplazada su tramitación en el Congreso de los Diputados en 2022, tras el estallido de la guerra de Ucrania y el inicio de una crisis energética de la mano del incremento en el precio del gas natural.
