El Ministerio del Interior ha dado orden a Instituciones Penitenciarias para que abra expedientes informativos a tres funcionarios de la cárcel de Madrid II (Alcalá-Meco, hombres) para que se aclare qué papel tuvieron en la fuga del peligroso delincuente conocido como el Pastilla el 23 de diciembre pasado. ABC ya adelantó el 3 de enero que, al menos, había dos empleados que estabann en el punto de mira, a la espera de que se dictaminara si se les sancionaba por estos hechos. El motivo, de cualquier modo, sería inicialmente una cadena de errores, negligencias que no tendrían causa penal, pero sí algún tipo de sanción si se considera que actuaron mal. Les podría costar multas de suspensión de días de trabajo y sueldo. Aquel sábado 23 de diciembre, Yousef Mohamed Lehrech, español de 20 años y encerrado provisionalmente por la muerte de dos hombres (su jefe, en el grupo mafioso para el que 'trabajaba', y un joven al que confundió con su verdadero objetivo) acababa de terminar la primera de las dos visitas que tenía agendadas de familiares. Noticia Relacionada reportaje Si Por las tuberías o el escondite de un altavoz: el Pastilla y otras fugas carcelarias de película Delegaciones ABC La mediática huida de un preso de Alcalá Meco durante una visita familiar no es la única escapada de película de la historia reciente, donde los reos han desaparecido tras salidas al hospital, escondidos en un altavoz e incluso colgándose de sábanas trenzadas Un «fallo en cadena» hizo que, en el momento en que un funcionario estaba de espaldas devolviendo los DNI a los visitantes que se marchaban, el delincuente lo despistara y se uniera a ellos , como se aprecia en las cámaras de seguridad. Burló tres filtros Eran once personas (pocas, para lo que es habitual), de las que algunas eran sus parientes pero otras lo eran de el resto de presos que habían gozado de ese rato con sus seres queridos. No parece que hubiera ningún plan previo. Salieron por la puerta 'de rastrillo', que es como se la conoce, que saca de la zona de vis a vis. Y luego tuvo la suerte de que en el siguiente filtro no llamara la atención del siguiente trabajador de la prisión, por lo que atravesó esa segunda puerta como un familiar más. Ya fuera del edificio, camino del aparcamiento exterior, fue visto por un guardia civil del filtro de barrera, que le dijo que se estaba marchando hacia una zona incorrecta y le señaló por dónde debía seguir. Tampoco se dio cuenta de quién era realmente este sujeto. El Pastilla se subió con sus allegados al coche y pusieron rumbo a su libertad. madrid_dia_0703 'Madrid al día' ¿Quieres recibir de martes a viernes en tu mail la información más destacada de la Comunidad de Madrid? Apúntate aquí NO Los expedientados son los encargados de las tres puertas, también el de la exterior, independientemente del guardia civil que tampoco se percató de que estaba indicando el camino a la libertad al asesino confeso.
