Te nos has adelantado en el camino hacia Dios decidiéndote a encontrarte con Ana sin la que nunca quisiste aprender a vivir del todo. Doy gracias a la vida por haberte puesto en mi camino hace casi treinta años iniciando así una senda que a través de Tabacalera, Telefónica, IAG e Iberia me ha permitido vibrar codo a codo con un ser excepcional con una personalidad dotada de una paleta de colores infinita que abarcaba desde el rigor, la altura de objetivos y la complejidad de las grandes operaciones empresariales hasta la sencilla ternura de nos atardeceres en las vegas de Vuelta Abajo donde, rodeados de vegueros y guajiros, eras capaz de aflorar una capacidad excepcional para conectar de corazón a corazón con la gente auténtica. Siempre fuiste hombre de contrastes: visión estratégica y sensibilidad por el detalle, risa sonora y mirada tímida, del mundo entero y muy español de Zaragoza; y todo ello ,sin duda, formaba parte de tu identidad más íntima. Dicen que los grandes enemigos de la convivencia son el egoísmo, la arrogancia, el aburrimiento y la tristeza. Contigo estaba uno a salvo de todos ellos. Agarrado de nuevo a la mano de Ana, disfrútala por toda la eternidad con la satisfacción del deber cumplido y la alegría de haber dejado en este mundo un grato aroma de saber ser y hacer como empresario y de persona auténticamente querida por su proyección sencilla, humana y solidaria. Siempre agradecido, Antonio Vázquez, ex presidente de Tabacalera, Iberia e IAG
