Las dificultades que está encontrado el gobierno municipal para encontrar un socio que le permita aprobar el presupuesto del Ayuntamiento de Sevilla para 2024 han llevado al alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, ha tomar las riendas de las negociaciones. El primer edil hispalense ha reconocido este jueves la dificultad para alcanzar un acuerdo con algunos de los grupos de la oposición y ha vuelto a apelar a «la responsabilidad» de la oposición para que «todos seamos capaces de anteponer los intereses de la ciudad a los intereses políticos y personales». Consciente de que la situación no puede prolongarse eternamente en el tiempo, a pesar de que no exista un plazo definido para ello, Sanz ha asegurado que « en dos semanas tendremos que tomar la decisión que estimemos oportuna». Ese es el límite que se ha marcado el ejecutivo local para desenmarañar las conversaciones que está manteniendo con el resto de los grupos en relación a las cuentas de este año, las primeras del nuevo mandato. Este mismo jueves han mantenido una reunión con la portavoz de Vox, Cristina Peláez, para intentar llegar a un acuerdo. No obstante, el alcalde ha indicado que «no parece que quieran aportar nada al presupuesto», a pesar de reconocer que «hemos tenido conversaciones permanentes con ellos». Sin avances por esa parte, Sanz ha revelado que « hoy mismo llamaré al portavoz del PSOE para citarlo a una reunión entre el viernes y el lunes », con el objetivo de intentar convencer a los socialistas de las bondades de su proyecto. La opción que ha quedado totalmente descartada es la de Podemos , que ideológicamente era la más alejada de todas. Las enmiendas presentadas por la portavoz de la coalición de izquierdas, Susana Hornillos, no parece que vayan a prosperar, entre otras cosas porque provocaron la ruptura dentro del propio grupo municipal . Ismael Sánchez, el otro concejal que pertenece a Izquierda Unida, se mostró en contra de la negociación con el PP y recordó que en la Mesa de Partidos se acordó presentar una alegación a la totalidad y no propuestas parciales como registró Hornillos. Aún así, Sanz agradeció «su talante constructivo para intentar mejorar el presupuesto, independientemente de las diferencias internas». Con todo, al gobierno sólo queda lograr convencer al PSOE o a Vox para no tener que prorrogar las cuentas actuales. Este jueves, por primera vez en lo que va de negociación, el alcalde abrió la puerta a la vía de la abstención por parte de alguno de estos dos grupos. «Sorprendentemente, ninguno de los dos han presentado ni una sola enmienda, pero espero que tanto Vox como el PSOE, cuando llegue la hora de votarlo, se puedan abstener para que esta ciudad empiece a funcionar con un presupuesto nuevo , que supondrá un importante incremento en la inversión». Ahí es donde, por ahora, Sanz tiene puestas todas sus esperanzas de que prosperen sus cuentas.