Un grupo de hombres encapuchados, armados con fusiles y granadas, irrumpió este martes en un estudio del canal de la televisión pública TC en Guayaquil, Ecuador.
5:10 pm. Ante los recientes actos de violencia en Ecuador, la Embajada de Costa Rica en Quito emitió un aviso dirigido a los costarricenses que se encuentran en ese país, ya sea por turismo o residencia.
A través de sus redes sociales, la embajada instó a seguir todas las recomendaciones de las autoridades locales. Para aquellos costarricenses en Ecuador por turismo o negocios, se aconseja permanecer en los lugares donde están hospedados y adherirse a las nuevas medidas de seguridad anunciadas por el Aeropuerto Internacional de Quito. Para los residentes costarricenses que viven en ese país, la indicación es que permanezcan en sus hogares.
En caso de emergencia, se proporcionaron varios canales de comunicación, incluyendo el correo electrónico del consulado concr-ec@rree.go.cr, y los números de teléfono 2247219, 2447690, además del servicio de emergencia vía WhatsApp al número 0983801863.
5pm. Rafael Correa, expresidente de Ecuador, advierte que el crimen organizado ha declarado la guerra al Estado, por lo que llamó al presidente Daniel Noboa a no ceder ante los actos de violencia.
Correa emitió sus mensajes liego del asalto ocurrido en el canal TC en Guayaquil, donde hombres encapuchados armados interrumpieron una transmisión en vivo.
En un video compartido en redes sociales, Correa insta a posponer las discrepancias políticas en favor de la unidad nacional, respaldando irrestrictamente al presidente Noboa y llamándolo a resistir.
“Presidente Daniel Noboa, tenga todo nuestro total e irrestricto respaldo, por favor, no ceda. Cualquier error, nuestras discrepancias políticas las discutiremos al día siguiente de la victoria, la patria siempre vencerá, hasta la victoria siempr compatriotas”, clamó Correa.
Para Correa, la crisis actual en Ecuador, impensable hace poco tiempo, es el resultado de la destrucción sistemática del Estado de derecho, errores y odio acumulado en los últimos siete años.
3:50 pm. La violencia que azota a Ecuador se intensificó el martes por la tarde, cuando individuos encapuchados y armados ingresaron a las instalaciones de TC Mi Canal, una televisora pública del país.
Según informes del diario El Universo, con sede en Quito, los periodistas y camarógrafos presentes en el lugar vivieron momentos de terror al ser testigos de la incursión violenta. Desesperados, varios periodistas recurrieron a chats grupales de la Policía Nacional para pedir ayuda, emitiendo mensajes desgarradores que evidenciaban la gravedad de la situación.
“Nos quieren matar a todos. Ayúdennos, por favor”, clamaron algunos de los afectados a través de los chats, según el medio.
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— Rafael Correa (@MashiRafael) January 9, 2024
Mi mensaje a la nación en estos momentos tan duros que vive la Patria.
¡Hasta la victoria siempre! pic.twitter.com/6QmTuiK1u1
En tanto, en la transmisión en vivo del canal, se escuchó el clamor de una mujer de “no disparen por favor, no disparen”, mientras otras personas sentadas en el piso se cubren el rostro.
Una de las escenas más impactantes se vivió cuando un encapuchado, con un arma larga apuntando al cuello de un periodista, le exigió que solicitara a la policía retirarse del lugar. “Que se vaya la policía, que se vaya la policía”, reacciona la víctima, mientras los encapuchados replican el llamado.
3:30 pm. José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, de 44 años, considerado el criminal más peligroso de Ecuador, escapó el domingo de una cárcel en Guayaquil, donde cumplía una condena de 34 años desde 2011.
Como líder de la banda “Los Choneros” vinculada al cartel mexicano de Sinaloa, Fito ha generado una preocupante ola de delincuencia en el país.
La condena de 34 años, que incluye cargos por robo, delincuencia organizada, tenencia de armas y asesinato, no fue suficiente para mantenerlo tras las rejas. Su fuga ha desatado una oleada de delincuencia que amenaza la seguridad nacional.
A pesar de un operativo de más de 3,000 oficiales, su escape evidenció fallos en la seguridad penitenciaria.
Se le acusa de controlar operaciones ilícitas desde prisión y poseer más de $23 millones. Las autoridades ecuatorianas enfrentan el desafío de contener la creciente amenaza delictiva desencadenada por la fuga de este peligroso criminal.