El País Vasco está repleto de maravillas que merece la pena descubrir, desde algunos de los pueblos más bonitos de España, como Errezil, hasta impresionantes paisajes naturales. Combinando ambos elementos nos encontramos con el Ojo de Aitzulo, situado junto a la encantadora villa de Oñati.
Este se encuentra en una cueva que se asoma a un valle desde lo alto de la montaña, regalándonos unas vistas espectaculares del entorno. Además, hasta aquí se puede llegar con una ruta de senderismo apta para todos los niveles.
El Parque Natural de Aizkorri Aratz se extiende entre las provincias de Álava y Guipúzcoa con sus sierras calizas y sus extensos hayedos. La cima más alta de Euskadi, el Aitxuri; la mayor colonia de buitres leonados de Guipúzcoa, y el increíble bosque de Iturrigorri son solo algunos de los elementos que hacen de este espacio verde un lugar tan especial.
En el parque también nos encontraremos con las Cuevas de Arrikrutz, situadas en el complejo kárstico de Gesaltza-Arrikrutz. Estas se fueron creando hace millones de años por la erosión del agua del río Aldaola, creando 14 kilómetros de galerías subterráneas con estalactitas y estalagmitas. Estas cavidades guardan también un gran valor arqueológico, ya que gracias a las investigaciones espeleológicas y paleontológicas se encontraron restos de animales prehistóricos como «el rinoceronte lanudo, la hiena de las cavernas y los ciervos gigantes», tal y como detallan desde Turismo del País Vasco.
En la actualidad solo la galería 53 está abierta al público para las visitas, pero es suficiente para descubrir la espectacularidad del lugar. Esta se extiende con 500 metros de longitud y adentra al visitante en un paisaje mágico donde reina el silencio y donde aprender sobre la historia geológica del planeta.
Junto a las Cuevas de Arrikrutz nos toparemos con otro de los enclaves naturales más singulares del País Vasco, el Ojo de Aitzulo. Se trata de una cueva con una ventana natural que se abre ante la inmensidad del Parque Natural de Aizkorri Aratz, desde donde contemplar la frondosa vegetación de la zona, las montañas escarpadas y el vuelo de los buitres leonados que habitan el lugar.
Para llegar hasta este punto podemos seguir una ruta de senderismo desde la iglesia de San Miguel, situada en Araotz, un barrio de las afueras de Oñati. El recorrido es de aproximadamente 5 kilómetros que tardan en completarse unas 2 horas y media. Los senderistas tendrán que seguir las indicaciones de la senda PR-GI-3003 (concretamente, marcas blancas y amarillas).
De esta manera, cuando dejemos atrás las casas, empezaremos a caminar por un bosque de pinos hasta que lleguemos a la entrada de la cueva. Al acercarnos (con mucha precaución) al famoso «ojo», disfrutaremos de una panorámica sin igual. Una vez que hayamos descansado y tomado una cuantas fotografías, solo tendremos que volver sobre nuestros pasos.
El trayecto en coche desde la ciudad de San Sebastián hasta el inicio de la ruta en el barrio de Araotz es de poco más de una hora por la AP-8.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.
