Hasta hace poco más de un lustro el mercado del automóvil, desarrollado alrededor de los motores de combustión, tenía sus puertas prácticamente cerradas en Europa a modelos de fabricantes chinos, que a diferencia de los coreanos nunca llegaron a desarrollar motores de gasolina o diésel suficientemente competitivos como para acceder a mercados externos. Pero la llegada del coche eléctrico, impulsada principalmente por la propia Unión Europea, ha permitido gracias a la restrictiva legislación anticontaminación que los fabricantes chinos vieran la oportunidad de desarrollar modelos c ...
