El pueblo de Israel desde Abraham forma un pueblo escogido por Dios, que ha tenido distintas dificultades, luchas contra pueblos circundantes, ocupaciones en su tierra y siempre ha tenido la promesa de la liberación con sus profecías mesiánicas de donde viene el sionismo actual que germina en el siglo XIX, para acabar con la diáspora y volver a Sión el monte santo de Jerusalén.